Me propuse una meta grande, pero mayor fue el esfuerzo para alcanzarla
Mi nombre es Stefanía Gómez Hurtado, tengo 16 años, soy de Manizales Caldas y practico natación carreras.
Era aún muy pequeña cuando tuve mi primera experiencia con la piscina, pues tenía 7 años cuando mis papás optaron por iniciarme en la natación, en un curso corto de vacaciones, siendo más para evitar el miedo de ahogarme en un paseo y para poder defenderme por mi misma y sin saber que allí iba a comenzar mi amor por la natación.
Ya van 9 años dedicada a este gran deporte que me ha hecho crecer física y mentalmente, sacando capacidades que ni si quiera sospechaba desarrollar.
Es así como en el trascurso de estos años me he encontrado con entrenadores que han confiado en mí, dándome ánimos para esmerarme cada día en buscar ser la mejor en mi pasión por el deporte, llegando así a todos los torneos, festivales y copas y a obtener los mejores resultados.
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Estos no han llegado tan fácil como pensamos, no son caídos del cielo. Han sido fruto de contrastar los madrugones a entrenar a las 5 de la mañana, después llegar al colegio a las 7 de la mañana hasta medio día, para luego terminar con el entrenamiento en la tarde hasta la noche, en días verdaderamente extenuantes.
…y fuera de eso luchar con envidias e intrigas que lastimosamente no nos falta a los seres humanos. Pero de todo esto, se forja un carácter fuerte y decidido para buscar mis metas cada día.
Gracias a la dedicación y el tesón que he puesto a la natación, han venido muy buenos logros que me han hecho ganadora de varias distinciones:
ACORD Caldas 2017. Deportista Supérate
ACORD Nacional 2018. Deportista el futuro es hoy
ACORD Caldas 2018. Deportista ACORD oro
Secretaria de Educación de Manizales. Excelencia deportiva
Lo que me ha dado una gran motivación para seguir adelante como una deportista de alto rendimiento que no es algo sencillo y se obtiene con un trabajo arduo.
Gracias al deporte y a mi talento, he podido viajar y conocer algo de varios países, ya que a veces se piensa que es pasear, pero conlleva esperar largas horas en un aeropuerto, llegar a competir con trasnocho y además solo recorridos de hotel al lugar de competencia y de este de nuevo al hotel, ya en la noche para descansar.
He hecho parte de 6 selecciones Colombia juvenil lo que me ha costado muchos sacrificios.
Esto ha sido una gran experiencia, pues competir a nivel internacional no es nada fácil, sin embargo he obtenido muy buenos resultados. En este tiempo me han marcado dos competencias fundamentales que son los Juegos Supérate Intercolegiados 2017 y 2018 en los que fui máxima medallista de oro (8 medallas de oro) lo que me dio el cupo durante dos años consecutivos al Suramericano Escolar.
Estos logros me han dado un puesto en el programa de Deportista Apoyado por la Gobernación de Caldas.
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El segundo evento, fueron los Juegos Nacionales 2019 del que no fue solo importante para mí, sino para todos los deportistas de Colombia, y para el que me preparé durante más de un año con una alimentación rigurosa, presión y estrés para cumplir con todas mis obligaciones.
Dos meses antes de este gran evento, llegaron desde el Valle al Bosque Popular El Prado en Manizales, seis de los mejores nadadores a nivel nacional, de los cuales dos de las nadadoras eran de mis mayores contrincantes y que venían a trabajar su resistencia a un alto nivel del mar, por lo que yo suponía que a ellos se le daría más duro, pero al momento de entrenar me di cuenta que tenían un muy buen nivel y que estar aquí, no les afectaba, lo que me llenó de nervios y tuve miedo de que ellas me superaran;
…me causó desmotivación y mi entrenador Marcelo Gonzáles decidió que asistiera donde mi psicólogo, para poder calmarme, tener mis metas claras y controlar mis emociones, lo que me ayudó bastante a confiar en mi misma y en mis capacidades.
Esta situación causó también preocupación en mis papás sin saber cómo ayudarme.
Mi entrenador quiso hablar con el secretario de deporte Andrés Marín, quien a ciegas también creía en mí y al que yo no quería decepcionar, el opta por hablar conmigo para darme confianza y tranquilidad.
Después de este acontecimiento pensé y comprendí que debía seguir preparándome más fuerte y convencida de lo que yo podía hacer. De ahí a lo que quedaba se trabajó como nunca.
Para mí este año fue de no olvidar, pues hubo familia, entrenadores, dirigentes deportivos, todo el grupo médico y amigos pendientes de mis resultados.
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Llegó el día de viajar rumbo a Cartagena
Estando allí se sentía el ambiente de competencia, todos llenos de adrenalina y con ganas de dar lo mejor; ese mismo día hicimos el reconocimiento de piscina y ya sabía qué era lo que me esperaba.
Al día siguiente ocurrió algo inesperado, ver a mis papás en las gradas fue emocionante y me llenó de felicidad y al darme cuenta de que habían viajado 19 horas en moto, desde Manizales solo para verme competir, comprendí qué sacrificios hacen los papás por los hijos.
Llegó la hora de competir en la clasificatoria de mi mejor prueba, 200m combinado, del que tenía nervios de estar con las mejores de todo el país.
Para mi sorpresa clasifiqué de primera con el mejor tiempo, lo que puso en revuelo a mi entrenador, pues creyó que en la noche no tendría las fuerzas suficientes así que decidió que en el hotel me hicieran una buena recuperación con crioterapia, masaje y una buena siesta, toda la atención se volcaba hacia a mí.
Se hizo la tarde y me sentía tranquila, algo que no esperaba, me concentré y sabía que tenía que ir a esta gran final con más ganas que nunca; llegamos al complejo, comenzaron las finales y estaba ansiosa y lista esperando a que fuera la hora de mi prueba y solo sentí nervios hasta que llegué a la carpa del juez, donde nos ubican en nuestros carriles,…
…allí se sentía toda la tensión entre cada una de nosotras, todas queríamos dar lo mejor y ganar, en ese momento de espera a una compañera se le ocurrió decirme que en la mañana no se esforzó nada y que ese era el momento de ella para ganar, tal vez lo dijo para asustarme, pero yo estaba muy concentrada en lo que quería hacer.
Ya paradas al frente de los tacos de la piscina respiré profundo, mientras nos llamaban a cada una para pasar al frente, en ese momento solo pensé que ésta era mi prueba, era la hora de que demostrara todo mi potencial después de tanto trabajo;
…nos lanzamos
Al principio no empecé muy bien, por delante mío iban Boyacá, Valle y Bogotá pero no me desesperé, mi prueba ya la tenía planeada, al pasar al segundo 50 pude alcanzar a mi rival de Bogotá y emparejarme con la del Valle; pasamos al tercer 50 y cada vez quería esforzarme más para alcanzar a quien iba en primer lugar.
No tengo ni idea de donde saqué fuerzas para terminar de esa forma, alcanzarla y esforzarme más que al máximo para llegar en primer lugar, se escuchaban los gritos, se veía la gente agitar sus manos, veía a mi rival muy cerca y por fin…
Llegamos al final tocando el tablero con el resto de energía en el cuerpo, sin saber en qué posición llegamos, ambas volteamos a mirar el reloj de resultados y esto fue doble sorpresa para mi, pues no llegué primera, pero a la vez supe que había alcanzado una medalla muy anhelada por todos siendo la de Plata.
Al salir de la piscina vi la felicidad reflejada en cada unos de mis acompañantes, familia, entrenador, dirigentes deportivos, grupo médico, compañeros de Caldas y otros departamentos, este resultado fue inesperado y maravilloso; abracé a mi entrenador y comenzó a llorar de la felicidad y orgullo.
Este logro fue histórico ya que en Caldas, hace 39 años no se daba una medalla en Juegos Nacionales en la modalidad de natación lo que me hace sentir que puedo seguir adelante y llegar aún más lejos, ya que esto solo es el principio.
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