La historia detrás de la medalla de Luis Miguel Quiñones

Foto/ Miguel Orozco

El deportista de 20 años Luis Miguel Quiñones, se convirtió en el primer deportista representante de Caldas y el segundo del Eje Cafetero, que se consagra campeón Panamericano Juvenil de la historia. Nacido en Cali, pero con el verde y el amarillo en su espalda, el pesista fue oro en los 109 kg de la halterofilia. Esta es su historia…

La capital  vallecaucana lo vio nacer en el 2001, fue el cuarto hijo de Janeth Quiñones, una vendedora de frutas y productos alimenticios, que le ayudaron a criar a sus nueve varones. La infancia del deportista fue en uno de los barrios más complicados de Cali, por lo que su madre a muy temprana edad lo llevó a la fundación Amor y Fe.

“Allá los dejé cuatro años a pesar de todo, porque me los querían sacar, igualmente darlos en adopción. Yo demandé y me moví por todas partes para que mis hijos siempre tuvieran lo mejor. Los entes de control me felicitaban por lo que hice por el bienestar de ellos”, indicó Janeth Quiñones, madre del deportista.

Esta mujer madre cabeza de familia siempre buscó a alejar a sus hijos de las calles, es por este motivo que Luis Miguel conoció el Levantamiento de Pesas y ahí se quedó. A pesar de disputa legal de la madre por la custodia de sus hijos, ella agradece que ese  tiempo que no estuvieron con ella los formaron para bien.

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Foto/ Miguel Orozco

Uno de los grandes responsables del triunfo de este deportista que compite por Caldas, es Elvis Murillo, exdeportista y entrenador durante casi toda la vida de Luis Miguel. Este vallecaucano es considerado como un padre por Quiñones y su ‘pana’, el también campeón Panamericano Arley Bonilla.

“Fue un infancia un poco difícil, me he mantenido solo la mayor parte del tiempo para poder lograr lo que soy hoy en día, siempre me he dado duro en el pecho para así poder mejorar siempre, principalmente como persona. Gracias a quien considero mi padre, Elvis Murillo, Arley y yo estamos demostrándole al mundo que así no se tenga nada de niño, se pueden conseguir las cosas”, dijo Luis Miguel Quiñones.

El departamento de Caldas lo adoptó como un hijo de la tierra y el ayudó en lo económico de la mano del profesor Duván Carvajal, con el proyecto de deportista apoyado de las Secretarías de Deporte departamental y municipal. Esta iniciativa se dio para hacer un proceso de cara a los Juegos Nacionales Eje Cafetero 2023.

Junto a Quiñones llegaron varios deportistas de diferentes departamentos a lucir el verde y amarillo, antes de la publicación de la Carta Fundamental, documento que rige la competencia y con la que se cierran las inscripciones de deportistas. El caleño desde que llegó, le ha dado título nacional, suramericano y panamericano a la región.

Foto/ Miguel Orozco

“Estoy muy feliz por la acogida que me dio Caldas, me ayudaron mucho económicamente para poder colaborar con mi familia y siempre estoy muy agradecido con el profe Duván, la Secretaría, la Liga y hoy también doy todo por ellos”, recalcó el deportista.

Su madre también es muy agradecida con la región cafetera, puesto que para ella no fueron dos años fáciles, El hermano menor de Luis Miguel, con nueve años, tuvo que ser operado de corazón abierto en 2019 y falleció, episodio que generó un trauma en la familia Quiñones y dolor del cual la madre apenas se va reponiendo.

Pero no solo fue la pérdida de su hijo, sino que en un día de trabajo en las calles de la capital vallecaucana, le propinó una golpiza por todo su cuerpo en una fuerte discusión. Hasta hoy, Janeth sufre secuelas de aquellos traumas y se le dificulta en varias ocasiones buscar el sustento de su familia.

“Es un orgullo que él represente a Caldas porque fue un departamento que lo apoyó en todo y más cuando él no veía un futuro. Él me decía mamá yo me voy y yo solo le deseé lo mejor para que le fuera muy bien. Los sueños de Luis Miguel siempre fueron de salir adelante, cuando trabajaba conmigo me decía que él no quería llegar a viejo trabajando, por eso ahora de joven se esfuerza tanto”, aclaró Janeth Quiñones.

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Foto/ Miguel Orozco

Para nadie fue un secreto que el colombiano tuvo que cambiar de categoría en cuatro ocasiones en el año y en todas dominó. Lo que pocos saben, es que el deportista se ofreció a subir de peso para estar en la categoría de 109 kg y que así sus compañeros de Selección Colombia, a los que él había vencido en varias ocasiones con pesos más bajo, pudieran estar representando al país en estas justas y no quitarles el cupo.

La dieta para subir, se basó en comer arroz durante todo el día porque Quiñones estaba en los 96 kg. Al final lo logró y el domingo 28 de noviembre, bajo la mirada de cámaras internacionales, el público vallecaucano y ante sus familiares, levantó 155 kg en arranque, 201  kg en envión, para romper el récord Panamericano en el total con 356 kg y coronarse campeón Panamericano Juvenil en los 109 kg.

Foto/ Miguel Orozco

“Es una emoción muy grande, me siento bendecida por los hijos que tuve y sobre todo con Miguel porque con él tuvimos una lucha muy dura que tuvimos que hacer, entonces verlo progresar cada vez más me hace sentir una madre muy orgullosa. Vinimos a verlo 10 familiares, además de amigos para que sintiera el apoyo de la casa”, sostuvo la madre de Luis Miguel Quiñones.

Con esta presea Luis Miguel cerró su proceso juvenil en el Levantamiento de pesas y desde ya piensa en las competencias de mayores. El oro le aseguró un lugar en los Panamericanos de Santiago 2023, mismo año en el que representará a Caldas en los Juegos Nacionales. 

“Unidos somos más. Más deportes más región”

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1 respuesta

  1. 8 de diciembre de 2021

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