Los Arroyave, la familia que enaltece el Rugby de Arrieros y Risaralda

Foto / Juan Sebastian Henao. Diego Arroyave y su hijo Camilo Arroyave con la Selección Risaralda.

Diego y Camilo Arroyave, padre e hijo encontraron en el Rugby un deporte donde priman los valores y en el que la familia se convierte en lo más importante.

Pocos deportistas pueden contar en sus vidas que alcanzaron a compartir equipo o disciplina con uno de sus hijos. Es poco frecuente que eso suceda, pero en Risaralda y más exactamente en Arrieros Rugby Club existe un caso único en el departamento.

Diego Arroyave tiene 37 años y lleva 17 de ellos jugando Rugby, mientras que su hijo Camilo Arroyave con 19 años, es jugador desde hace cinco años. El Rugby llegó a la vida de Diego en el 2003 cuando estaba en la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP).

“Recuerdo que un amigo que se llama Jaime Sarria me invitó a jugar este deporte porque a mí siempre me han gustado los deportes de contacto, aunque al principio lo dudaba mucho finalmente empecé a entrenar en enero de 2003 y hasta el son de hoy seguimos activos”, puntualizó el deportista al que muchos conocen como ‘Lobo’.

Foto / Pablo Bohórquez. Diego Arroyave en acción ante Rhinos.

Gracias a toda esa experiencia hoy su hijo Camilo comparte el amor por el Rugby donde agregó que “yo inicié en este mundo por herencia familiar, ya que mi papá Diego era el que me llevaba a ver sus partidos y de a poco me fui metiendo, eso fue cuando tenía ocho años, pero luego me retiré un tiempo porque no me dejaban jugar con los más grandes”, precisó el joven que vistió los colores de Risaralda en el último Interligas en Bogotá.

A los 13 años, Camilo retomó la práctica de este deporte y hoy juega como Full Back en su club, mientras que Diego se desempeña como Primera Línea donde su primer juego juntos, fue más o menos hace cuatro años.

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“Ese día fue único para mí porque era la primera vez que compartíamos un partido juntos y fue una gran experiencia como padre y hoy por hoy me siento muy orgulloso de compartir estos momentos con él dentro de la cancha”, indicó el corpulento jugador y uno de los de mayor experiencia en el Rugby risaraldense.

Foto / Cortesía Diego Arroyave

Compartir momentos en familia sin duda engrandece el crecimiento personal de ambos y trasladar esa relación de padre e hijo dentro de las canchas ha sido un gran regalo de la vida, por lo que el propio Diego no dudó en afirmar que:

“Hoy creo que podemos ser envidia para muchas personas, porque en Colombia el Rugby no lleva más de 30 o 35 años y no conocemos otro caso en el país donde jueguen juntos padre e hijo, no sabemos a ciencia cierta si es un caso único o no, pero muchos de los compañeros si me envidian por poder vivir esto”, agregó.

Hoy Camilo a pesar de su corta edad, es uno de los de mejor performance en su club y por el cual muchos lo destacan como un gran jugador.

“Mi club me ha mostrado todo lo que puedo hacer y lo que puedo fortalecer para mejorar”, agregó el jugador de apenas 19 años.

Foto / Jose Arbeláez. Camilo Arroyave en acción ante Rhinos.

Ambos se distinguen por su sentido de pertenencia, su compromiso, su liderazgo donde comparten que el Rugby significa un estilo de vida donde todo el tiempo piensan y hablan del deporte que hoy los une mucho más como familia y donde han adquirido valores como la tolerancia, el respeto, el amor y que sin duda los forja en sus personalidades.

“El Rugby te ayuda a formarte como un buen ser humano, como jugador, como hijo, como padre, donde me cambió la forma de pensar y de actuar y en donde he logrado amistades que no se hubiesen dado si no hubiera practicado Rugby”, sostuvo Diego Arroyave.

Foto / Cortesía Diego Arroyave

Hoy son cerca de cinco años que comparten su vida deportiva dentro y fuera de las canchas, donde su último gran logro fue compartir la Selección Risaralda que compitió en el reciente Interligas disputado en Bogotá.

Hoy padre e hijo resaltan por su compromiso, donde Arrieros Rugby Club está en lo más alto de sus vidas y donde han logrado ganar algunos títulos como el último recientemente obtenido ante el clásico rival Rhinos Rugby Club en la final del Torneo Interno de la Liga Risaraldense de Rugby donde se quedaron con el campeonato luego de un año y medio sin poder lograrlo.

Foto / Jose Arbeláez

“En el semestre pasado cuando ganamos el título de campeones, yo contribuí en todos los partidos menos en la final, tenía lesionado un hombro pero me primera reacción al ser campeones fue abrazar a mi papá y eso es algo que no se va a comparar con nada absolutamente nada”, recuerda Camilo.

Del Rugby solo tiene palabras sinceras donde el popular ‘Lobito’ agrega que “me enseñó la importancia del juego, me enseñó a ser humilde y sobre todo aprendí todos los valores que hacen parte del Rugby, donde todo se vuelve como una familia”.

Foto / Pablo Bohórquez. Diego Arroyave en acción en la final del Torneo Interno.

Camilo y Diego hoy son ejemplo que en familia todo se puede lograr y por eso siempre tienen claro que lo más importante es la victoria, mejorar los errores anteriores y tener altos estándares deportivos sin intimidarse por el rival que tengan al frente.

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