La despedida a una hermana del agua, es una gran pérdida social
La despedida a una hermana del agua, es una gran pérdida social
En la mañana de ayer, se conoció la noticia sobre el fallecimiento de Laura Castrillón, joven deportista del Club Subacuático Calypso de Pereira, suceso del cual no se conocieron mayores detalles.
La deportista que había competido por Risaralda en torneos nacionales, a sus escasos 21 años de edad contaba con marca nacional de apnea, hecho que la destacaba en su rendimiento deportivo de alta competencia.
Con un tímido anuncio en la red social de Facebook el club deportivo expresó su lamento por el hecho, y en el entorno, poco se habló sobre el tema.
En consultas realizadas por Semilleros Deportivos, se conoció que la atleta hace alrededor de 15 a 20 días no asistía a las rutinas de entrenamiento, desconociéndose la razón de su ausencia.
Más allá de registrar el hecho, y por supuesto con el debido respeto que merece su nombre y su familia, el llamado una vez más a las ligas deportivas, clubes y escuelas de formación, tiene que ver con las condiciones que éstas mismas ofrecen a sus deportistas para el adecuado desarrollo deportivo y personal de sus comunidades.
El silencio en los deportistas, las ausencias a sus rutinas, los distanciamientos de las interacciones cotidianas, y las actitudes de desánimo deben ser aspectos a tener en cuenta en el proceso deportivo. No solo se forma y se exige para la competencia, en la mayoría de ocasiones, el deportista también construye redes de amigos, donde se acuerdan intenciones comunes y además también se tejen redes de apoyo.
El deportista es mucho más que competencia, el deportista es ante todo un ser humano que siente, que desde la emoción también sueña y desde esta perspectiva es posible que en la búsqueda de su sueño, también se enfrente a la frustración; es ahí donde las redes de apoyo tienen su función, para levantar el ánimo, elevar la convicción y la seguridad sobre sí mismo y de esta forma asegurar que el deportista se sienta también reconocido, pese a la frustración.
La partida de una deportista joven en cualquier situación, debe generarnos alarma, no de amarillismo, no se trate de eso; pero si se trata de velar porque el proceso deportivo evite la perdida de seres valiosos que en cada segundo de entrenamiento están poniendo su alma, su fortaleza, su preparación para demostrar hasta dónde puede llegar la condición humana. Claro está, que también existen factores externos, o al interior de las familias, finalmente el compromiso por el cuidado de los otros es un asunto común, por ende es compromiso social.
Los análisis en salud, expresan la no conveniencia de que personas jóvenes mueran, y mucho menos niñas y niños. El indicador de Años de Vida Potencialmente Perdidos (AVPP) determina que las muertes prematuras son una pérdida social y que un solo caso debe llamarnos la atención, no para juzgar, tampoco para señalar, pero sí cuando menos para prever.
Semilleros Deportivos expresa su sentimiento por la partida de Laura, y expresa al Club Calypso, a familiares y amigos el deseo de que se llenen de fortaleza y amor profundo para despedir con honor a su hermana del agua.
Completamente de acuerdo, antes que deportistas son personas…la formación integral y el acompañamiento permanente es fundamental.