Evitar la fuga de talentos deportivos, una tarea de todos

Baloncesto y Ciclismo-
Fotos /Pablo Bohórquez

Comodidad, mejores escenarios, mayores incentivos entre otros, son algunas de las razones por las cuales los deportistas de alto rendimiento toman la decisión de representar otro departamento diferente al de su origen.

La fuga de talentos en el deporte es una realidad que se ha ido naturalizando en el común de lo cotidiano, pero que indiscutiblemente ‘afecta’ de una parte o ‘beneficia’ de otra, tanto a los mismos deportistas como a los departamentos y ligas que ven migrar sus talentos deportivos a otros escenarios. Esta situación no es ajena en nuestra región, ya que existen varios casos de atletas que decidieron tomar otro rumbo, con el fin de mejorar no solo deportivamente, sino en las condiciones que les permitieran dignificar su condición.

Como estrategia, las ligas más fuertes del país, cuando identifican un talento deportivo en otro departamento, les ofrecen mejores condiciones, esto inducido en la mayoría de veces por el recurso económico.

Calidad en las viviendas, indumentarias y equipamiento, escenarios deportivos, honorarios, alternativas de proyección y todo un respaldo institucional, son algunas de las alternativas que obligan a abandonar una representación por otra.

Quindío es quizás de los tres departamentos del Eje Cafetero el más ‘afectado’ por esta situación, deportes como Atletismo, Baloncesto, Bolos o Triatlón, tienen algunos representantes que decidieron buscar un mejor futuro en otros lugares del país. Caldas y Risaralda, cuentan con algunos casos, pero finalmente, suman en el mundo de la fuga de talentos.

Deportistas como Gerard Nicolás Giraldo, quien pese a ser quindiano hoy compite por la Liga de Atletismo de Antioquia; Marcelo Gutiérrez, caldense que compitió en el World Enduro por Risaralda; Clara Juliana Guerrero, en Bolos siendo quindiana decidió representar los colores de Bogotá; Lina Raga la triatlonista que ha pasado por ligas como la de Valle y el Quindío; Carlos Mario Álvarez (K-yú), que siendo de Risaralda, en algún momento le ofrecieron pertenecer a la liga antioqueña; Harold Maturana de Atletismo del Quindío, decidió irse para el Valle; Sofía Gómez que siendo oriunda de Risaralda proyectó su competencia en Antioquia; y entre los más recientes, Juan David Flórez, que pasó de practicar Baloncesto en Armenia a pertenecer a la Liga del Valle; son solo casos que demuestran que no siempre se está a gusto donde se nace, sino donde más opciones de proyección se encuentre.

Nada favorable para los departamentos que pierden sus talentos, no solo por la limitada posibilidad de elevar su indicadores de competición, sino y sobre todo por las escasas alternativas para consolidar procesos de talento deportivo local como referente para las nuevas generaciones.

En esta situación, surgen interrogantes sobre la identidad deportiva, el sentido de pertenencia por el departamento que los ve nacer, pero también entender que en su condición los talentos deportivos buscan proyección. Es necesario el diseño de estrategias que busquen la retención de nuestros talentos, permitir su migración es un error, que en el largo plazo demuestra la escasa consolidación de nuestros verdaderos procesos deportivos. Evitar la fuga de nuestros talentos deportivos debe ser una tarea de todos.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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