Detrás del polvo de ladrillo, están los responsables de la organización
Detrás del polvo de ladrillo, están los responsables de la organización
Si bien los protagonistas de cada versión en el Torneo Nacional de Tenis Chiquitines, son los mismos niños y niñas que asisten con sus clubes, escuelas y familiares; también es cierto que previamente y a lo largo de los 25 años de este evento, participa un amplio grupo de colaboradores del Club Campestre de Pereira, especialmente del Área Administrativa y por supuesto del Área de Deportes.
Por. Jhon Hadison Aguirre Escobar
José Miguel Tibaquirá en su calidad de Director Deportivo, no solo encabeza el dispuesto equipo de trabajo, sino que además se convierte en esa instancia que busca poner en sintonía las ideas y las acciones. Un liderazgo que a su vez se ve respaldado y reflejado por otro actor clave, como lo es José Mauricio Buriticá, un hombre del tenis y para el tenis, quien hace alrededor de 14 años, viene asumiendo con entereza la Coordinación del Tenis en el Club y con ello, la responsabilidad de garantizar el proceso previo de inscripción y el complejo asunto de llevar el control del sistema de juego, entre otras funciones.
Foto/Pablo Bohórquez
“Chiquitines a pesar de ser muy recreativo, también es competitivo, porque hay niños que dejan de jugar torneos internacionales o muy importantes a nivel nacional por venir a jugar Chiquitines. Aquí hemos tenido jugadores número uno, dos, tres, cuatro… en el ranking nacional, …entonces ese proceso invita a que el compromiso y la responsabilidad sea inmensa”.
Mauricio tiene bajo su responsabilidad la filigrana de los números, para definir las clasificaciones y los puntajes. Una labor compleja de la cual depende mirar de frente y con tranquilidad a los participantes y sus acompañantes. Por ello, como él mismo lo expresa, la ética y la coherencia están siempre en cada cuadro y en cada dígito, porque hasta el mínimo error implica reparar una acción de justicia para los deportistas.
Foto/Pablo Bohórquez
Pero estos dos baluartes, José Miguel y José Mauricio, también requieren asesoría y acompañamiento técnico y logístico; para ello han logrado consolidar un equipo que de manera armónica apoya sus roles. Por un lado se encuentra el Profesor José Hernán Arce Valencia quien actúa como Juez general del evento y por el otro Maryuri Henao, la Coordinadora Social del Club Campestre.
Por supuesto, ellos a su vez, requieren de más y más apoyo ante la exigencia misma del evento, y es cuando en su cotidianidad encuentran esas pequeñas complicidades en Elizabeth Lotero como Jefe de Servicio Social y Beatriz Rojo, la Jefe de Cartera y Logística, con quienes complementan el frente organizativo del mejor Torneo Nacional Infantil de Tenis.
Pero como en todo gran equipo, se requiere de hombres virtuosos para sacar adelante los aspectos del detalle; aquellos que pocas veces se ven, pero que sus manos siempre están para enfrentar la adversidad, unas veces del clima, otras veces de la misma competencia. Son conocidos como los cancheros, cinco hombres que sin importar las inclemencias del clima, deben disponerse para mantener el polvo de ladrillo en su mejor tono. De ellos depende, que el escenario deportivo sea lo suficientemente acogedor para cada partida y que las mínimas condiciones técnicas estén en sintonía con el rigor administrativo.
Foto/Pablo Bohórquez
Entre ellos, José Abraham Zuluaga Ospina logra ser el de mayor recorrido tenístico. Acompañado por sus siempre compañeros, Nolberto Zuluaga Castañeda, Gustavo de Jesús Ortega Román, Luis Carlos Raigoza García y Héctor Fabio Salazar Alzate, don Abraham comenta “nosotros como cancheros tenemos que tener los campos muy bien arreglados, que no tengan maleza, que estén al límite de los partidos, porque son canchas que como está la primera tienen que estar la última, por que usted sabe que para ese torneo vienen niños de todo el país y es necesario estar pendiente hasta de las zonas verdes para que los niños no se vayan a caer o a fracturar por ahí en alguna parte, por eso nosotros tenemos que estar muy pendiente de todo”
Entre sus mayores satisfacciones Abraham resalta el trabajo de equipo con sus compañeros y reconoce que es una experiencia que demanda gran responsabilidad. “lo único que les digo es que los niños tienen que destacarse en el torneo porque de ahí es que salen los grandes profesionales, de ahí han salido muchos niños que juegan muy bien, entonces yo les pido que disfruten y que se apoyen mucho entre todos”.
Estos once colaboradores son solo las figuras visibles de todo un proceso que el mismo Club Campestre de Pereira viene cultivando, para una generación de tenistas, que hoy por hoy pueden afirmar con certeza el honor de haber sido actor protagónico en alguna versión del Torneo Nacional de Tenis Chiquitines – Copa Chevrolet Caminos.
