Ciclorrutas en Pereira, con más retos que ventajas para 2018
La apuesta de la administración municipal por darle fuerza a la movilidad alternativa ha tenido un impacto positivo en la percepción que se tiene de la gestión del Alcalde Juan Pablo Gallo; sin embargo, varios son los cuestionamientos que dejan las ciclorrutas en Pereira.
Los más de 10 kilómetros de ciclorrutas o ciclobandas que tiene la Perla del Otún, sin duda le generan un ambiente distinto a la ciudad; en lo concerniente a la urbanidad afecta positivamente la imagen que se puede tener de la capital risaraldense, saturada de tránsito vehicular, con necesidades en la cantidad de kilómetros que se requieren para mejorar la circulación de los automotores.
Aunque la propuesta es llamativa, las preocupaciones ante los retos no dejan buenas sensaciones, ni en la teoría ni en la práctica.
Al hacer uso de las ciclobandas, la primera dificultad que nos encontramos es la escasa señalización en los recorridos, no hay la suficiente información ni vallas para los biciusuarios, ni para la ciudadanía en general, es decir, el factor pedagógico será un reto grande para el año que viene.
La semaforización más que ser un reto es una necesidad latente, desde que se transita el peligro es evidente en cada semáforo, pues no existe todavía un proyecto que defina el tema para las bicicletas como ocurre en ciudades del primer mundo donde el biciusuario también goza de un semáforo, unas normas que cumplir ante los demás.
El haberse apresurado a separar las calles de Pereira con carriles ciclo preferentes fue una apuesta y un riesgo necesario para la ciudad, el punto es hasta dónde se llegará de esta manera, si se van a seguir aumentando metros de ciclorrutas sin los componentes necesarios, o si la Secretaría de Movilidad va a echar a rodar el proyecto donde se contempla mejorar el panorama.
Alcalde Juan Pablo Gallo, gracias por atreverse; pero hay que hacerlo bien. Lo mismo para el señor de la Secretaría de Movilidad, Darío Fernando Acosta, estructurar el proyecto no le quedaría mal a esta capital, menos a los ciclistas que están pidiendo a gritos inclusión; pero inclusión con responsabilidad, que por un accidente no terminen excluidos.
«No podemos crear procesos de inclusión que en su desarrollo excluyan», decía Juan David Aristizábal, emprendedor pereirano que hoy conquista el mundo con sus ideas.