‘Yeye’ es la segunda mejor gimnasta juvenil de Suramérica
“Di lo mejor de mí”, fueron las palabras de Jennifer Rivera después de la competencia en territorio gaucho, donde figuró como la primera gimnasta colombiana en participar en unas olimpiadas juveniles.
Lo hecho está hecho para Yeye quien clasificó a unas justas donde la esencia no es llegar para ganar, sino llegar para sentirse ganador, como lo reseñan desde el Comité Olímpico Internacional, pues piden a cada miembro participante no pensar en el triunfo, sino en disfrutar el momento al lado de quienes serán futuras estrellas del olimpismo en el futuro.
Así lo vivió Jennifer Camila Rivera Celis desde que partió de Pereira, Risaralda con destino a suelo bonaerense- En su maleta cargó con la ilusión de encontrarse un mundo de fantasías deportivas, y lo encontró, porque de eso se tratan las olimpiadas juveniles.
Buenos Aires se ha convertido por 12 días en el epicentro mundial de los sueños de 4.000 deportistas, en el foco de miradas de 206 países, en sus cuatro parques olímpicos, con eventos culturales y artísticos ha logrado sumar más argumentos para que ciudadanos del mundo encuentren en la actividad deportiva un camino de desarrollo.
Jennifer es hoy la gimnasta joven más importante que tiene Colombia, la segunda mejor de Suramérica y la cuarta de América, registros que para ella inspiran un proceso deportivo, el cual con tan solo 15 años, apenas empieza.
“Muy bien en la competencia, la experiencia fue muy grande, adquirí mucho conocimiento, también fogueo a la hora de competir con países de talla mundial, donde son muy buenos los países europeos; me sentí muy bien, di lo mejor de mí y siento que representé muy bien a mi país”, fue el propio balance de quien lleva los colores amarillo, azul y rojo con orgullo.
La niña, a la que además de la gimnasia rítmica, le encanta tomar fotografías, alcanzó el puesto 30 entre 36 países; los números no son tan importantes si desde una lectura cualitativa se mira que la experiencia que tuvo la llevó a interactuar con deportistas de otras latitudes, cuyas maneras de entrenarse, de socializar y de expresarse son diferentes. Es que eso es lo que logran los Juegos Olímpicos de la Juventud, un intercambio cultural a escala mundial, que motiva a los jóvenes para continuar un proyecto de vida inspirador para las comunidades a las que pertenecen. La gimnasta ahora ratifica su posición como referente en este deporte al interior de Risaralda, al interior de la Federación Colombiana de Gimnasia, y en contextos inmediatos como su familia y su lugar de residencia.
“Es un balance muy bueno, ya que Jennifer compitió en una parte general estable, tuvo el temple de atleta a este nivel olímpico, sobre todo muy concentrada, muy tranquila; eso es muy importante para su crecimiento psicológico, emocional, luego ya técnico y táctico”, manifestó Yordania Corrales, entrenadora.
En la primera presentación en Aro, Yeye encontró un punto de equilibrio entre la primera entrada y la ansiedad que produce competir ante el mundo, en este elemento se quedó con 12.050 puntos. Posterior, ya con mayor dominio de su técnica en Balón, se quedó con 12.500 después de haber hecho lo que tal vez fue su mejor rutina en el cono sur.
En la segunda presentación, la rotación 3 la puso a prueba, midiendo su capacidad psicológica en Mazas, en esta se quedó con 11.450 puntos. Y le dio finalización a la muestra de su talento en Buenos Aires, con Cinta, rotación 4, en la que acumuló para el jurado apenas 10.650 puntos.
El total de 46.650 le permitieron integrar el listado de las 30 mejores gimnastas jóvenes del mundo, detalle nada despreciable para una adolescente que tiene referentes muy altos dentro de su disciplina, como la medallista olímpica Ganna Rizatdinova.
Es así como entre datos y curiosidades, la risaraldense ahora se enfrenta a un nuevo reto, superarse a sí misma y encontrar el camino para sostener el segundo lugar, para luego, cuando sea el momento, competir por llegar al primero aunque esto no sea el afán de su juventud porque lo que viene, será mucho más para ella y Colombia.