Fuerza, resistencia y potencia marcaron la II Etapa de la Clásica Rubén Darío Gómez
Fuerza, resistencia y potencia marcaron la II Etapa de la Clásica Rubén Darío Gómez
Bajo una temperatura de 33 grados se cumplió la 2da Etapa de la Clásica Rubén Darío Gómez, en un circuito de 5,6 kilómetros-Municipio de La Virginia en Risaralda.
Por. Equipo Periodístico Semilleros Deportivos
Mientras los comisarios de carrera precisan los tiempos de cada uno de los competidores y se hacen oficiales los resultados, Semilleros Deportivos fue testigo de cada una de las competencias y categorías que se presentaron hoy en la 2da Etapa de la Clásica Rubén Darío Gómez.
La competencia inició hacia las 8:30 am con la participación de los corredores Pre Infantiles, quienes dieron el primer pedalazo para comenzar el trayecto y que debió cumplir dos giros por el circuito trazado. Santiago Carvajal Gómez, de Circasia Quindío levantó los brazos al cruzar, primero la meta.
Posteriormente fueron los Infantiles quienes asumieron el reto de las mismas vueltas. Todo un ejemplo que los semilleros ciclisticos dan a las nuevas generaciones, entregando en cada vuelta la máxima resistencia para vencer el recorrido en el municipio azucarero. El primero en cruzar la línea de meta fue Esteban Velásquez de Anserma Caldas del Equipo Ciclo Anzea.
Vendrían las glorias, cuatro hombres de reconocido nombre en el mundo ciclistico y que durante sus vidas dieron fuerte a las bielas y el pedal. Dos giros por el mismo trazado para hacer un reconocimiento público a sus nombres. Se cansaron de levantar los brazo como campeones y ahora el recorrido es más recreativo.
En adelante el nivel de competencia se elevó a la categoría Máster, primero los más veteranos Categoría D y C. En la Máster D, el podio fue para Álvaro Posada de la Liga de Risralda, quién además ganó una meta volante y los dos embalajes. Mientra que en la Categoría Máster C, vuelve a dar muestra de su tesón Santiago Robledo quién también es el campeón Panamericano de Ciclomontañismo.
Posteriormente el turno llegó para las categorías B y A. Cada grupo de corredores imponiendo su ritmo, su cadencia y su veteranía para intentar levantar las manos en el sitio de Meta, luego de cumplir cuatro vueltas cada categoría. En la Máster B, el triunfo fue para Giovanni Barriga, mientas que en la A, el podio sería para Robinson Tamayo.
Vendría entonces la puesta en escena de los Sub 23.
Jóvenes corredores, ya en el mundo ciclistico. Cumplieron 12 vueltas y 3 metas volantes. En cada paso por el punto del video finish, se fue notando la intensidad de los piñones y el rugir de las cadenas y gomas al asfalto. En la última vuelta, a la expectativa de quién sorprendería se observó a Anderson Benítez de Andalucía Valle, quién levantó los brazos tan sólo unas milésimas de segundos antes de cruzar la meta, convirtiéndose en la gran noticia de esta 2da Etapa de la VIII clásica ciclistica.
Para ir cerrando la jornada, fueron los juveniles quienes asumieron el protagonismo. Un Risaraldense, Diego Alejandro Jaramillo, adscrito a la Liga Risaraldense de Ciclismo asumió el liderato, ganó las tres metas volantes y llevó las riendas hasta cumplir el recorrido. Sin embargo en la última vuelta fue sorprendido por Alex Juan Pablo Zapata de la Fundación Jarlinson Pantano en un final milimétrico.
El Risaraldense Diego A. Jaramillo al final, se puso la Camisa del Líder de Metas Volantes.
Llegó el momento para las damas, otra categoría que sorprende por el tezón y disciplina de las mujeres corredoras, jóvenes, dispuestas a romper el viento y derramar la última gota de sudor por cumplir el recorrido y finalizar en la mejor posición. Cumplido el circuito, el primer lugar fue para Ana Feliza Correa del Departamento del Quindío.
La bogotana Paola Botía Kirin, al servicio de la Liga Risaraldense de Ciclismo, al final también se puso la Camisa de Líder de Metas Volantes.
Y finalmente, cerraron los prejuveniles, quienes cumplieron ocho vueltas para el recorrido que ya marcaba hacia la 1:30 pm una temperatura de 35 grados. William Alejandro Calero Martinez de la Fundación Jarlinson Pantano cruzó la meta con los puños en alto.