Risaralda es protagonista del Suramericano Sub 23 de Atletismo
Iniciaron las competencias del Suramericano Sub 23 de atletismo en la ciudad de Bucaramanga, donde 500 atletas del continente ponen a prueba su velocidad y agilidad para estar entre los privilegiados que se suban al pódium.
Delegaciones de Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela, Paraguay, Chile, Uruguay, Argentina, Bolivia y Colombia compiten desde hoy y hasta el domingo en la ciudad bonita de Colombia, para buscar una medalla entre las diferentes pruebas que ofrece el campeonato. Esta mañana el deportista de Risaralda, Raúl Junior, obtuvo una medalla de oro en la categoría de relevo 4×400 mixto, donde también participaron Paola Loboa, Daniel Balanta y Nahomy Castro quienes, además, impusieron un nuevo récord nacional.
El duro recorrido para llegar a la meta
Pero hay otras competencias que algunos atletas han enfrentado para llegar hasta la meta:, como situación económica, familiar y hasta lesiones que los han llevado al punto de marginarse de la pista. Sin embargo, han demostrado su temple para superar estos obstáculos, fijando su vista en dos cosas: el arranque cuando suene el pito y la meta de llegada, dos ingredientes para evaluar en qué nivel de competencia se encuentran.
Es el caso de Martha Alejandra Córdoba, una atleta oriunda de Santa Cecilia, Risaralda, un corregimiento en límites con el Chocó, ubicado a 137 km de Pereira con cerca de 4.000 habitantes que viven de la minería, la agricultura y la pesca.
Su niñez transcurrió entre la lleva y otros juegos junto a sus 9 hermanitos, quienes le hacían exigirse corriendo por la destapada y polvorienta calle para no ser alcanzada, sin imaginarse que con esto estaba desarrollando el poder del atletismo, ese mismo que hoy la tiene cerca de conseguir una medalla para el país.
Su ingreso al atletismo fue a los 8 años en su tierra y en la misma calle donde antes jugaba, pero que por momentos se convertía en una pista improvisada por su entrenador y mentor, Hugo Serna, quien siempre estaba pendiente de que no viniera un carro y estropeara el entrenamiento, donde Martha siempre se destacaba en los primeros lugares.
Sus primeros tenis los recibió de parte de José Zapata, el presidente de la Liga de Atletismo de Risaralda, quien junto a su esposa y entrenadora, María Eugenia, llevaron calzado e implementos deportivos para los semilleros del corregimiento.
Surge la oportunidad de su vida
A Pereira llegó por una competencia de intercolegiados, y le fue tan bien que quedó seleccionada para integrar la selección Risaralda de Atletismo, donde empezó a entrenar con miras a un campeonato nacional. En una ocasión, tuvo la preparación en un clima contrario a los 29 grados promedio de Santa Cecilia, pero que enfrentó sin dificultad la joven promesa del atletismo que, para sorpresa, se adaptó fácilmente al páramo, donde fue la concentración.
Cada semana viajaba dos veces a Pereira para entrenar, pero después de dos meses decidió mudarse para vivir donde una hermana para prepararse mejor, y nuevamente fue la liga que le ayudó con el arriendo y otras necesidades.
Superando una lesión y otros obstáculos más altos que las vallas de 76 centímetros que está acostumbrada a saltar, Córdoba llegó a Bucaramanga para competir en el Campeonato Nacional Sub 23, donde se ganó la medalla de bronce con un tiempo de 1:03.68, que le dio el cupo para integrar la selección Colombia en el Campeonato Suramericano Sub 23, y competirá el próximo domingo a las 9:50 a.m. en los 400 metros con vallas.
Gane o pierda, algo sí es seguro: en los corregimientos, en el campo y en los pueblos de Colombia, hay muchas “Marthas” que esperan ser descubiertas para demostrar su potencial y sus habilidades en cualquier deporte. Y, cuando llegue ese día, el país tendrá muchos más logros en eventos de talla nacional, mundial y olímpica.
”Unidos somos más. Más deporte, más región”