Para el ascenso, en el arco se requiere un guardameta «salvador»

¿Qué es un arquero salvador?, aquel que tiene la virtud de aflorar con toda su capacidad intuitiva para anticipar la jugada de gol y evitar la anotación, esa misma que puede ser decisiva en la última jugada...

Foto / Pablo Bohórquez

El fútbol hace gala de la capacidad humana para controlar la esférica con los pies. Sin embargo, bajo los tres palos el control involucra las manos y otras virtudes que pocos cancerberos logran desarrollar.

Para el caso de los equipos profesionales del Eje Cafetero que asisten al Torneo Águila de segunda división o torneo de ascenso, el primer gran paso para aspirar a la primera división en el 2020 será contar con arqueros de «salvación».

¿Qué es un arquero salvador?, aquel que tiene la virtud de aflorar con toda su capacidad intuitiva para anticipar la jugada de gol y evitar la anotación, esa misma que puede ser decisiva en la última jugada de cada partido o  en el último segundo del torneo.

Recordando los cancerberos que han tenido un reciente paso por el Deportes Quindío y el Deportivo Pereira, no se encuentra un arquero salvador, y en definitiva, esta será una posición necesaria de resolver rápidamente si se aspira al ascenso de categoría de una u otra escuadra.

Recordemos:

Deportivo Pereira en el 2017 contó con el espigado guardameta argentino Matías Degrá, quien llegó con muchas expectativas a la escuadra auriroja. Sin embargo, pese a sus características de biotipo, experiencia, juego aéreo y hasta con los pies, no fue un portero que salvara al equipo en los momento álgidos, y en las partidas finales pasó con discreción en cada jugada, varias de ellas dejaron insatisfechos a hinchas, periodistas y compañeros de equipo.

Foto / Pablo Bohórquez

Para el 2018 la responsabilidad de cuidar las redes matecañas fue delegada en otro arquero reconocido a nivel nacional, Luis Hurtado. Uno de los jugadores que llegaría con gran expectativa para superar la crisis del no ascenso en el 2017 y hacerse importante bajo el travesaño durante el 2018. Inició con buen nivel de competencia, poco a poco declinó en su rendimiento, tuvo irregularidad en los encuentros al punto que el DT. José Fernando Santa apeló a la juventud de Harlem Castillo el arquero suplente, y cuando Hurtado regresó a la titularidad… tampoco apareció la salvación matecaña.

Foto / Pablo Bohórquez. Arquero – Luis Hurtado.

Para el 2019 llega Sergio Avellaneda, un arquero con recorrido por ambas categorías del fútbol colombiano con presencia en clubes como Cúcuta Deportivo y Boyacá Chico FC;  llega sin mucho ruido, a la espera de cumplir una buena labor en el pórtico pereirano, y más allá de que cuente con condiciones, es importante creer que será un arquero salvador en los momento que la misma competencia exija demostrar sus cualidades.

Deportes Quindío a diferencia del matecaña, cuenta con la continuidad de tres guardametas en las últimas temporadas, donde Julián Mesa, Pablo Betancourt (uruguayo) y Miguel Vargas han venido custodiando el arco cuyabro.

Para nadie es un secreto que este tridente cuenta con todas las virtudes en el área grande, pero también se han quedado cortos en aquello de la «salvación». Julián Mesa ha tenido que superar situaciones de lesión que le han impedido contar con regularidad; mientras tanto, Vargas y Buitrago se han puesto al frente de sus rivales, con algunas buenas actuaciones, por momentos con altos y bajos, pero hasta ahora con poca «salvación» para corresponder con el posible ascenso.

Foto / Pablo Bohórquez

Es importante aclarar, que las virtudes de aquello que llamamos «salvación» en el arco y  que ofrecen los grandes arqueros del mundo o de los grandes clubes de Colombia, no corresponde únicamente con las virtudes propias de un guardameta. Estas también se desarrollan con el buen entrenamiento, la continuidad y confianza de sus directores y colegas en el campo de juego, pero sobre todo de la autoconfianza ganada en parte por la preparación física, técnica, táctica y sobre todo mental.

El arquero no se hace solo bajo el arco; por el contrario, su presencia allí es el cúmulos de fortalezas y capacidades desarrolladas para dar respuesta en las situaciones de amenaza. Requiere gran formación, pero en especial requiere gran fortaleza mental para estar convencido de su capacidad de respuesta.

Hasta ahora los arqueros vistos en los dos equipos profesionales que aspiran a la primera categoría del Fútbol Profesional Colombiano, carecen de esa virtud, que es motivo también de inspiración para otros pares en el arco, con la posibilidad de la «salvación».

Por ello y muchos aspectos más, el 2019 exige para ambas escuadras, goleros que más allá de su cotidiano entrenamiento, entren en la mentalidad de ganar, sí o sí, ante cualquier rival, si lo que se pretende es alcanzar el anhelado ascenso. Los arqueros cuyabros y mateabas están llamados a la salvación…

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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