Más apuestas por incluir a los hinchas y menos estigmatización

Foto / Inder Medellín

Este fin de semana, Medellín volvió a protagonizar una actividad entorno a los hinchas, una iniciativa que promueve la paz, la tolerancia y la sana convivencia en el fútbol. ¿Por qué en regiones como el Eje Cafetero no se imitan estas acciones?

Las grescas que protagonizan las mal llamadas barras bravas de los equipos de fútbol, parece que son paja para el fuego que se propaga por los medios sociales y masivos de comunicación. Cuando ocurre una acción lamentable suele tener mayor impacto, que una iniciativa sana como la ‘Clasiclada’ que motivó el Inder Medellín para unir a dos aficiones que históricamente han estado divididas: Rexixtenxia Norte y Los del Sur.

Los amantes de los dos equipos salieron en bicicleta para demostrar al resto de la ciudadanía que sí se puede convivir en paz, aún pensando diferente. Gran ejemplo mostraron durante la jornada que se realizó el sábado 6 de octubre por las calles de la capital antioqueña.

Aunque en Colombia hablar de violencia en los estadios no es nuevo, sí parece nuevo descubrir que las actividades y programas que buscan reducir los índices de violencia alrededor del fútbol, no llaman tanto la atención de los medios masivos de comunicación; pues en Medellín se vienen realizando diferentes acciones que intentan mediar entre la capacidad de sentir pasión, con la capacidad de sentir indignación en un partido, encuentros que buscan una reiterpretación por parte del aficionado activo, sobre lo que significa ser barrista.

Hace apenas una semana, aficionados de la Artillería Verde Sur, distintiva del Deportes Quindío, fueron los artífices de uno de los actos más vandálicos del 2018 en el fútbol colombiano, por los menos 50 hinchas ingresaron al terreno de juego para emprender a puño limpio una disputa que no se supo contra quién era, si contra la Policía que se interpuso en el camino, o contra los jugadores que para esa noche del 27 de septiembre perdieron 2-0 ante el Deportivo Pereira.

Foto / Inder Medellín

Después del incidente las redes emergieron con fotos y vídeos de lo sucedido, incluso en los micrófonos de diferentes emisoras se habló del suceso, por encima de la derrota deportiva del plantel orientado por el técnico Alberto Suárez.

La estigmatización corrió como río sin cauce, ¡vándalos, desadaptados, gamines, delincuentes! fueron los calificativos que se encontraron al pie del cursor para ver la manera cómo una población de aficionados que hacen parte de una barra activa, fueron segregados como si no hicieran parte de una sociedad desigual.

Esto refleja poca capacidad de interpretar la problemática de violencia que vive Colombia, que llevada al contexto del fútbol desprende mayor revuelo por ser un espectáculo que siempre está en el ojo de los medios, del público amante de este deporte.

Hablar de violencia de colores es lo mismo que hablar de violencia doméstica, la violencia es violencia donde sea y contra quien sea. Por ello, buscar alejarse de la estigmatización es un paso sano que se debe dar, y entender que cualquier acción que se interponga para reducir los brotes de violencia, son motivo de aplausos, difusión y emulación.

Estigmatizar menos e incluir más es un llamado que hace Semilleros Deportivos, pues Medellín con sus apuestas está teniendo resultados alentadores que en su desarrollo dejan enseñanzas, tanto para la ciudadanía como para los actores inmersos en los espectáculos deportivos.

“Unidos somos más. Más deporte, más región”

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