Los jugadores que se deberían ir del Deportivo Pereira

Carlos Marín / Periodista Deportivo

Este viernes Deportivo Pereira le abrió paso a su octavo año en segunda división después de perder en el clásico regional 1-3 ante Deportes Quindío, en un compromiso que además de mal fútbol dejó otras decepciones.

¿Cuánto más tendrán que vivir los hinchas al Deportivo Pereira?, cuando no es la poca respuesta de los jugadores en la cancha, es el desprecio de los mismos hacia quienes los acompañan en cada jornada. Varios futbolistas no parecen entender el momento tan complejo que vive en su historia el equipo que representa a cerca de 700 mil habitantes.

Aunque en este medio de comunicación, escribir del Deportivo Pereira es un ejercicio que no ofrezca luces, hacerlo implique sobrediagnosticar el asunto y  restarle importancia  a otros deportes que generan verdaderos procesos de desarrollo deportivo, social y humano en Risaralda, es claro que el cuadro matecaña no deja de sorprender, por ende no escribir sobre esto también sería una falta de respeto hacia esa audiencia, que espera que desde el oficio periodístico exista una interpretación en la manera cómo  los derechos de esas personas que pagaron su boleta por recibir un espectáculo, finalmente no fueron correspondidos.

¿Ante quién se queja ese cliente defraudado?, no hay una instancia legal que le permita a los hinchas pedir la devolución del dinero cuando los jugadores no muestran intenciones de ofrecer sus cualidades técnicas y físicas en nombre de una institución, no existe tampoco un colegio de sociólogos y psicólogos responsables de medir los niveles de frustración, los grados de asociación y separación entre un barrista apasionado y  un aficionado natural del fútbol después de un fracaso.

Bajo este panorama se hace incomprensible las reacciones que algunos jugadores han tenido con la prensa, con los hinchas, incluso entre ellos mismos, lo que demuestra que al interior del equipo durante el 2018 las cosas no estuvieron bien,  como ha pasado desde que el representativo pereirano descendió. Son siete años de las más tormentosas calamidades. No es lo mismo sufrir en la A, que sufrir en la B.

Si bien le manifesté al abogado que defiende los intereses de Jhon Ómar Candamil Calle que todos se tenían que ir del Deportivo Pereira incluyéndolo a él para iniciar desde cero otra etapa de la historia, hoy hago público en este artículo los futbolistas que considero no deberían continuar con la escuadra cafetera en el 2019, por su desidia y poco cariño no solo al Deportivo Pereira, sino a su profesión. Debo manifestar que pude presenciar todos los partidos que el equipo jugó de local este 2018, y estar pendiente en cada fecha cuando no lo hizo en su patio.

Es decir, este artículo no está sustentado en la base del apasionamiento, no hay una camiseta que me permita una pluma fluida debo confesarlo, en esencia no soy hincha del Deportivo Pereira, nunca lo fui y dudo que lo sea, sin embargo siento un cariño enorme por el equipo y es al verdadero hincha a quien debo mis palabras en este escrito.

Así pues desde el artículo de opinión, como lo permite este ejercicio, puedo describir los jugadores que a mí criterio no le aportan al Deportivo Pereira: Diego Echeverri, Juan Gilberto Núñez, Cristhian Mejía, Luis Hurtado, John Lozano, Rafael Navarro. Y aunque sea impopular, Edwin Movil.

Echeverri, Núñez y Mejía, futbolistas que reflejan que solo con su fútbol pueden dominar a su alrededor, futbolistas que llegaron a percibir un sueldo, que llegaron a darle trámite a una carrera deportiva, sin pensar en dónde, cómo y para qué. Extraño que Luis Hurtado se haya contagiado de las manzanas podridas al interior, habiendo experimentado en una gran institución como Deportivo Cali.

A Rafael Navarro hay que dejarlo ir, motivarlo a encontrar su camino en otras tierras, varios son los compañeros que han partido con destino a un mejor futuro, y Rafael Navarro se ha quedado, para ofrecer el mismo porcentaje de fútbol de siempre. Por su bien, el bien del cuadro pereirano, sus pasos deberían continuar en otro lugar.

Edwin Movil, los veteranos imponen la jerarquía en el camerino, la hinchada que tanto lo ha aplaudido no puede recibir engaños, y este Pereira sí que los tiene. Desde el jugador que ha salido aplaudido, hasta el que ha insultado a los suyos merecen más de un hombre que puede liderar, el deportista es más que su rendimiento en el campo.

Luego, Ariel Mario Aré en lugar de la cura, encontró una nueva enfermedad, de la que tendrá que sanear a la corporación en el futuro. Y desprender el mal comportamiento que han aprendido los juveniles, de algunos veteranos y miembros del cuerpo técnico. Caso Mateo Cano, un futbolista que se debe a la ciudad, a la prensa y la ilusión. ¡No pierda la humildad Mateo, aprenda de quienes ya se fueron, de quienes ya vistieron la camiseta de la absoluta! son el mejor ejemplo para quienes vienen atrás.

Concluyo aludiendo que se vendrá otro año con más de lo mismo, pero que tendremos desde el periodismo que escribir sobre lo mismo porque es nuestra responsabilidad.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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