La inmensa proyección deportiva que tiene el Eje Cafetero
Semilleros Deportivos se ha recorrido 27 de los 53 municipios que integran el triángulo del café, conformado por Caldas, Quindío y Risaralda. En esa trayectoria entre cafetales, ha comprendido la magia de vivir en este territorio que ostenta innumerables virtudes. Desde su geografía hasta el talento humano de su gente.
Pácora, Villamaría, Manizales, Chinchiná, Palestina, Anserma, Viterbo, Circasia, Quimbaya, Montenegro, Santuario, Armenia, Calarcá, La Tebaida, Pijao, Salento, San José, La Celia, Balboa, La Virginia, Dosquebradas, Santa Rosa de Cabal, Marsella, Guática, Quinchía, Mistrató y Pereira; en una experiencia que enriquece el ejercicio de los profesionales, por encontrar esos argumentos que tienen a la región como una de las más llamativas del país; pero también con reveladora proyección en deportes.
No todo es paisaje, hay que reconocer que en estos tres departamentos la amabilidad abunda por cualquier camino, desde Caldas hasta Quindío, desde Belén de Umbría hasta Samaná. Asumiendo esto, que entre sus habitantes se exponen las virtudes de otros agentes, quienes practican deporte.
El Eje Cafetero en el presente, es merecedor de un peldaño especial en Colombia, por la proyección que tiene en relación al desarrollo del campo del deporte, la actividad física y la recreación; esto impulsado sobre todo por Risaralda, un departamento que se ha convertido en un ejemplo a nivel nacional.
Desde los entornos académicos con los nuevos programas, hasta el surgimiento de nuevas promesas del sector empresarial en mercado del deporte, sin obviar en esa línea, la complicidad de los deportistas, del ente territorial que con sus acciones sigue empoderando al gremio para verse reflejado en un futuro como sector.
Creerse el cuento
En otros escritos desde este mismo espacio, Semilleros Deportivos ha invitado a los actores del deporte, entre los que se encuentran los ciudadanos que aparentemente no son beneficiados o no practican ningún deporte, a que sean los promotores constantes de ese sentido de pertenencia que caracteriza a los colombianos.
Es necesario caminarse la región para conocerla, para descubrirla, para conversar con ella, para entender sus gritos de júbilo y sus necesidades más apremiantes. La región surte de atletas al país, que ojo, no siempre tienen que ser deportistas de alto rendimiento, los aficionados tienen lugar, son referentes, son ejemplos y modelos a seguir.
Los cafeteros son llamados a creerse el cuento que habitan en una región única en el mundo en ese binomio paisaje gente, en esa relación café -deportista. Una zona que pulula tranquilidad.
No son las calles neoyorquinas, no son las esquinas de Manhattan, ni los Campos Elíseos de París; son las montañas verdes de una región boscosa, saturada de verdes a donde los extranjeros llegaran para lucir la selfie y enviarla justamente a Estados Unidos, Francia, España.
Todas estas condiciones se prestan para emprender el camino del éxito que se busca en el entorno deportivo, solo hay que encontrar la manera de aferrarnos a lo que se es, se es talento, paisaje y progreso.