El Club Campestre de Pereira y la Fundación que le apuesta a un gran Semillero Deportivo

Foto: suministrada

El Club Campestre de Pereira y la Fundación Gloria Restrepo de Mejía, consolidan un proyecto que se creó hace 40 años con la visión de aportarle bienestar y desarrollo, no solo a los hijos de los colaboradores del Club, sino también a jóvenes caddies que encuentran en este espacio una experiencia de aprendizaje y enriquecimiento personal.

El Club Campestre de Pereira cumple un papel vital en el deporte nacional, cuenta con el circuito de tenis más grande del país, con 28 campos y 5 mini campos, todos iluminados; el éxito está en su logística, las canchas y el grupo de trabajo orientando en este espacio. Por otro lado, tienen un campo de golf de 18 hoyos, y eventos o campeonatos como el Abierto de Colombia.

Aquí han salido jugadores de tenis profesionales, además de que es la sede del torneo más grande e importante de la Federación Colombiana de Tenis el interligas por equipos  y el Festival Chiquitines que el año pasado cumplió 30 años siendo un torneo impulsado desde el club.

El programa deportivo de la Fundación Gloria Restrepo de Mejía está direccionado especialmente a los caddies, a sus familias y en especial a los colaboradores del club.

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La Fundación nació como un apoyo total a los jóvenes que trabajaban como caddies de tenis y golf, prestando un servicio directo con los corporados, lo que hace que el Club Campestre de Pereira se caracterice no solo por sus grandes espacios, comodidades y logística en materia deportiva sino también por presentar una de las labores sociales más importantes de la región.

Su enfoque a lo largo de estos años es recibir jóvenes que quieren una oportunidad en el deporte, empiezan como caddies en Tenis o en Golf y la Fundación se encarga de brindarles un apoyo y respaldo en sus labores, aquí los caddies manejan su horario ya que la mayoría estudia en las mañanas y prestan sus servicios en las tardes.

Son beneficiarios que ingresan con un permiso especial al club, los jóvenes vienen de fuera por medio de convocatorias y están orientados por el grupo de trabajo de la Fundación; Manuela Galvis es la Directora Ejecutiva, cuentan con tres gestores sociales, una psicóloga, y una asistente de contabilidad; de esta manera crece la labor social:

“La mayoría de los caddies llegan de sectores vulnerables y por medio de la fundación tratamos de darles un proyecto y un plan de vida en lo que a ellos les gusta. Ser caddie es una oportunidad buena porque al mismo tiempo te permite estudiar, entonces como estudiante conseguir un trabajo que le permita estudiar y generar ingresos es una ventaja grande. Además de los beneficios, tienen becas educativas y auxilios”. Comentó Manuela Galvis

La directora tiene una gran historia, en el 2019 empezó como Caddie de Tenis mientras estudiaba su carrera técnica, posteriormente se convirtió en Gestora Social y luego la Fundación Gloria Restrepo de Mejía le brindo la oportunidad de profesionalizarse como Administradora Industrial y se convirtió en directora de la fundación, siendo la primera vez en la historia que algún miembro pasa de ser caddie a director.

Actualmente, cuentan con 65 caddies en golf y 36 caddies en tenis. en este momento 76 de ellos están estudiando y el año pasado se graduaron diez. También, algunos de ellos lograron certificarse en ingles en nivel A1 y A2 en convenio con el American Business School, siendo estos beneficios subsidiados por la Fundación.

Los caddies deben ser mayores de edad ya que prestan sus servicios con los corporados y son remunerados por ellos mismos.

“Todos los días hay caddies en el Club, aquí son felices, más que ser beneficiarios para ellos esta es su casa, el corporado de este Club Campestre es gentil porque ven a los caddies como un miembro más” expresó la directora de la Fundación.

 

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Este año se está llevando a cabo el Semillero Deportivo Luz María Arango, en honor a una de las fundadoras, una iniciativa que nació en golf desde agosto de 2023 y que tres meses más tarde decidieron replicarlo en Tenis.

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Esta práctica deportiva, es especialmente para los hijos de los colaborades del Club Campestre de Pereira, al igual que todos los caddies y boleadores que pertenecen a la Fundación.  Allí tienen la opción de jugar tenis en las tardes totalmente gratis, tienen entrenamiento y es una gran oportunidad para ser parte de uno de los mejores clubes del país; hoy en materia del tenis, está a cargo el ex-tenista profesional Pablo González.

“Niños entre 4 a 14 años, hijo del profesor de tenis, hijo del colaborador de la administración, hijo del mesero o familiares de los colaboradores. La visión deportiva de la fundación es apoyarlos en este ámbito deportivo, si hay alguien destacado se le puede llegar a apoyar en un futuro, la idea es que salgan promesas y se les pueda invitar a la academia de aquí del club” comentó Pablo González, director del Semillero de Tenis.

En este proyecto se cuentan con 16 profesores y 6 boleadores como grupo de trabajo del Semillero de Tenis quienes les otorgan valores deportivos, disciplina con rutinas, con entrenamiento, la opción de aprender un deporte que no tiene tanto acceso, que es costoso y el poder recibir un entrenamiento con un gran equipo que tiene uno de los mejores jugadores de la región y varios de los mejores niños de Colombia, ya que son los mismos profesores los que les enseñan a ellos.

Foto: Suministrada. PAblo González, ex-tenista profesional y director del Semilleros de Tenis del Club Campestre de Pereira

“Mi meta es que en un par de años esos niños estén jugando festivales y circuito nacional en un futuro como los mismos niños del club. Ellos están muy felices, son niños muy bien formados y agradecidos porque vienen al mismo lugar donde trabajan los papás entonces es un cariño impresionante y la motivación es que, como no son miembros del club que pueden venir todos los días, cuando vienen se sienten igual que todos los niños y trabajan con uno de los mejores equipos de Tenis en Colombia, este grupo nos da una motivación al saber que gracias al tenis y al deporte podemos cambiar vidas” expresó Pablo González, entusiasmado con el comienzo que ha tenido el Semillero.

Como expresa su director, uno de los grandes valores es la inclusión, el poder recibir y apoyar a esos niños en espacios de familias afortunadas que entrenan en un club que tiene todas las comodidades es parte de la misión el poder ayudarlos.

Finalmente, este año planean celebrar los 40 años de la Fundación durante la semana de la salud haciendo actividades para los socios, para los caddies y todos sus miembros.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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1 respuesta

  1. Gustavo Duque dice:

    Me siento muy afortunado y agradecido,por pertenecer a la fundación y al club campestre,
    ya que nuestros hijos puedan hacer parte del semillero luz maría arando, y este tipo de deportes que no son de tan fácil acceso para cualquier persona, por la formación,educación, muy agradecido me siento

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