Formar ciudadanos ejemplares antes que futbolistas
Formar ciudadanos ejemplares antes que futbolistas
Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes viven etapas en las que pueden evidenciar procesos de aprendizaje e interiorización. Esto les permite un grado de desarrollo en su personalidad.
El deporte, como cualquier estrategia de desarrollo, también brinda la posibilidad de fomentar la práctica de valores en los deportistas; pero ojo, no deben quedar en la teoría, como letra muerta en los componentes pedagógicos de los organismos del deporte asociado.
La posible expulsión del Deportivo Pereira Sub 20 y de Empocabal de Santa Rosa de Cabal de la Copa Telecafé Élite, y la expulsión de Andrés Escobar del Torneo Nacional Sub 17 por parte de la División Aficionada de Fútbol, Difútbol, nos deja varias reflexiones.
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La primera es que no se puede lesionar la imagen de los deportistas por la escasa fundamentación en principios, porque aunque se crea o no, no sólo ese concepto aplica para el aprendizaje técnico-táctico; los deportistas al igual que el cuerpo, necesitan trabajar su mente, en la manifestación de sus emociones.
Es por esto que cobra cada vez más importancia la enseñanza y puesta en práctica de valores como el respeto, la tolerancia, la comprensión y la solidaridad, todos estos aplicables a los contextos competitivos.
El ambiente deportivo de la región requiere antes que excelentes futbolistas, inigualables ciudadanos. Pues un atleta es en esencia un líder para su comunidad.
Los comportamientos alejados de la ética deportiva propician ambientes cuestionados, desintegran el ecosistema e invitan a la crítica constate.
Luego llegan factores de desconfianza y escasa articulación. Ahí es justamente donde se hace fundamental la formación en valores, no para formar futbolistas excelentes, si no ciudadanos ejemplares.