El sentido de las ligas deportivas, está dentro del ámbito territorial
Si bien los deportistas, atletas y dirigentes sueñan con el triunfo en sus respectivas disciplinas, hay razones más fuertes para asumir y entender el sentido de las prácticas, la promoción deportiva y su relación con los mismos órganos deportivos.
Hoy, cuando sigue en borrador el proyecto de Ley del Deporte en Colombia, es común ver el interés de algunas ligas deportivas por figurar en el plano nacional. Claro, escalonarse con medallas y títulos invita a ese reconocimiento por la calidad y el nivel de competencia que garantiza continuidad en sus procesos, en sus órganos directivos, en la financiación y hasta en el posicionamiento de su marca como liga.
Pero ser el mejor en lo deportivo o en lo administrativo trae detrás argumentos axiológicos y de principios, que como se han incluido (por lo menos en el Proyecto de Ley) tienen su base en la dignidad humana, la igualdad, la ética, la democratización, la participación ciudadana, la integración funcional y la progresividad.
El mismo Proyecto de Ley aclara en su Capítulo II, Sección segunda, Artículo 36 que: “…las ligas deportivas son organismos de derecho privado, organizados… para fomentar, patrocinar y organizar la práctica de un deporte con sus modalidades deportivas dentro del ámbito territorial del departamento… y esto tiene una razón que es apenas obvia, la cual es promover el desarrollo deportivo en sus habitantes, en sus pobladores, en su adolescentes, jóvenes, adultos, sean mujeres, hombres, sin importar religión, color, estrato social, etc… es decir para centrar el propósito de su razón de ser, en su gente.
Pero llama la atención y surge la pregunta, por aquellos casos en que ligas deportivas particularmente del Eje Cafetero (aunque también se conocen casos de otros departamentos), emprenden procesos de promoción de competencia en otros territorios y hasta en el Distrito Capital, con deportistas de alta competencia y en escenarios que no son o no existen en su propio departamento, ¿qué sentido tiene esto?. Si bien hay que aplaudir el talento de los deportistas de cualquier región de Colombia que ganan los honores en nombre de Risaralda, Caldas o Quindío, también hay que decir como lo reza el Art. 36 que varios de estos procesos deportivos no surgen al interior o dentro del ámbito territorial del departamento.
Entonces volvemos al mismo cuestionamiento, ¿qué sentido tiene para una liga deportiva, buscar representación con deportistas de alto rendimiento nacidos en otros departamentos o en la Capital, (incluidos sus entrenadores) y en disciplinas que en la realidad del Eje Cafetero ni siquiera cuentan con la infraestructura para promover la particularidad de su práctica deportiva?
No se puede olvidar que la razón y el verdadero sentido de las ligas deportivas, es actuar en consecuencia con las necesidades deportivas de su población; esa vieja práctica de buscar talentos por fuera, para ponerlos a competir en representación de un departamento, no da más que cuenta, de la incapacidad administrativa, técnica y formativa de la misma liga y de los clubes que la conforman. Es posible que esta sea una razón por la cual los mismos departamentos del Eje Cafetero no logren consolidar procesos de base formativa, si su mirada está en la figuración, en el posicionamiento de su marca o en la visibilización de su gestión, y no se centra en lo verdaderamente importante, que es explorar las verdaderas capacidades de sus pobladores y formarlos debidamente para la alta competencia.
Y si no es así, entonces ¿cuál es el sentido de llevar el nombre de una liga atado al nombre de su propio departamento?
Y que se podria decir de los deportistas que por falta de apoyo les toca competir por otros departamentos? Son muchas las ligas que se llevan los deportistas de departamentos pequeños a cambio de mejores incentivos economicos, becas y apoyos deportivos.