El fútbol aficionado en el Quindío sigue vigente y pidiendo cancha en la región
El deporte rey en el Quindío está atravesando por un gran momento. Los clubes aficionados están haciendo un trabajo admirable en relación a las competencias que se realizan a nivel regional.
El departamento cafetero que fue el más golpeado en el terremoto de 1999, 20 años después parece haber superado el reto, mantenerse como una alternativa de ciudad intermedia para los habitantes de esta zona del país. En materia deportiva no es el de menos, su deporte ha sabido cómo sobrevivir pese a las innumerables dificultades.
Por más de 30 años Quindío ha necesitado de la región para mostrar su fútbol, la escasa dirigencia deportiva en este departamento y la poca oferta en materia de organización de eventos ha invitado a que los clubes aficionados tengan que salir hacia otros departamentos para mostrar el talento local. Esto en cuanto respecta al fútbol.
En otros deportes, la idea de desarrollo deportivo se ha mantenido de acuerdo a los estándares exigidos desde Coldeportes, con la relación legal que persiste con los entes territoriales, cuyo trabajo tampoco ha logrado impactar fuertemente en ciertas las ligas, en algunas ligas se hace un trabajo medible, en otras no.
De todos los procesos que se hacen visibles en el Quindío, el fútbol tiene mucho que ver, y no precisamente gracias la Liga Quindiana de Fútbol o Deportes Quindío, club de fútbol profesional, que viene negando oportunidades a las juventudes del territorio, al no contar con un modelo de fútbol base que impulse el desarrollo de habilidades en el marco de unos valores institucionales de alcance nacional.
Han sido entrenadores empíricos, amantes de la pecosa, emprendedores del deporte, los que se han echado la responsabilidad al hombro para poder causar un impacto social, no solamente en Armenia, sino en otros municipios como Montenegro, La Tebaida, Calarcá y Filandia.
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El rol desdibujado de la Liga Quindiana de Fútbol que en los últimos cinco años no ha mantenido una línea de trabajo organizada, lleva a que los clubes como organismos privados, tengan que buscar cómo solventar esa ausencia en oportunidades para sus deportistas, oportunidades que tendrían que llegar desde el orden nacional a través de la misma, o por medio de un enlace productivo con el ente territorial, en este caso Indeportes Quindío.
Más allá de las carencias, en los últimos 12 meses se ha percibido un aumento en el nivel de exposición de los clubes quindianos. Aunque el nivel no ha escaseado en la historia del fútbol de este departamento, sí ha tenido momentos fluctuantes. La llegada de Piguas Montenegro al Ponyfútbol en Antioquia en 2018, es un buen ejemplo de esto. Por primera vez en la historia, un equipo de fútbol infantil, clasificó a la instancia nacional del Festival de Festivales.
La participación en la Copa Ciudad Pereira con el equipo que se llamó Asmucol Jhonny Vargas se suma a las experiencias positivas. El destacado papel de la Universidad del Quindío en el fútbol de los Juegos Deportivos Universitarios a nivel nacional. El rendimiento de la Selección Quindío en el clasificatorio del Nacional Infantil 2018.
El Boy Toys aparece como una alternativa llamativa, de la mano de Ancizar Vera, un organizador deportivo que por cerca de cinco años ha asumido el resto de llevarle a los más pequeños la oportunidad de participar en el Babyfútbol. No ha sido sencillo, pero como organizador del campeonato en su fase departamental, ha sabido cómo respaldas a los niños en este deporte.
Es importante resaltar la presencia de clubes quindianos en torneos vecinos donde sin lugar a dudas aprovechan para visibilizar sus proyectos, y desde otro ángulo, le aportan volumen competitivo a los torneos organizados al interior de la región. Todo esto ha mejorado el panorama.
Quindío requiere de mayor compromiso en su dirigencia deportiva y esto involucra a las organizaciones públicas y privadas. Existe una responsabilidad con los deportistas y con los jóvenes que están en camino de serlo. El argumento de no hay recursos, se debe superar, como se superó el golpe del terremoto.