«El Billar me ha formado como persona», Julián Morales, deportista de Risaralda

Foto / Suministrada

Es nacido en Anserma, Caldas, pero fue este departamento el que le dio vida al sueño de ser un gran billarista a nivel nacional e internacional; ahora son 20 años, donde no deja de celebrar lo que el deporte le entrega. Su último triunfo fue hace apenas unas semanas en Guadalajara, México, donde quedó campeón. 

«Llegué al billar por las pataletas de colegio, escapémonos y capemos clase para ir a jugar y cuando taqué por primera vez, me enamoré de este lindo deporte… «, así empieza Julián Morales su relato sobre cómo empezó su camino con las bolas, el taco y la mesa.

Después de practicar de manera aficionada en su natal Caldas, decidió trasladarse a Pereira en el 2004, ciudad que lo acogió de inmediato y donde encontró el ambiente para crecer. A los 17 años jugó su primer campeonato en Risaralda para ya instalarse en La Perla del Otún. «La Liga Risaraldense de Billar me vio y después interviene por las capacidades que tenía, me invita y salgo a eventos, la liga me aportó mucho para quedarme acá», recuerdó.

En el 2009 logra un gran paso en el deporte, fue en el Club Chevillot, donde despertó las miradas de los billaristas locales, el escenario, un campeonato nacional donde sorteó partidas difíciles con personajes de talla nacional, «No sé de dónde saqué tanta garra, corazón, empecé a ganar a uno y a otro, hasta llegar a las rondas finales, y tanto así que en la final, le dije a un jugador que era más experimentado, que partiéramos el dinero de la premiación porque era un dinero considerable, me golpeó en el hombro y me dijo: no ‘maéstrico’ juguemos la reata. Le respondí: ah bueno señor, juguemos. Fue muy especial, la partida muy bonita por lo difícil, llegamos hasta el quinto set y le gané por cuatro carambolas a final», relató. Desde ese momento no lo miraron igual, ya inspiraba respeto.

Foto / Kozoom

En el 2010 fue al Campeonato Panamericano en Arequipa, Perú, la primera salida internacional, donde el orgullo fue el aliciente perfecto para Julián. En el evento pese que no clasificó, corrió con la fortuna que la persona que estaba delante de él, no pudo jugar por su estado de salud, entonces tuvo la oportunidad, y no la desaprovechó, quedó campeón.

El gran triunfo le arrojó un cupo a la Copa del Mundo en el Holanda, «voy a conocer a todos los ídolos, cada día pensé en esa participación, cuando llegué allá mi presentación fue buena, pero no suficiente», narró. Después de Holanda, llegó el patrocinio de Logoni y una seguidilla de importantes eventos.

El apartamento que tiene ahora fue producto de su desempeño en un torneo, donde pudo tener el aporte del ente territorial, es así como Morales, deportista de 34 años le da fuerza a la frase «El Billar me ha formado como persona», pues no solo ha logrado triunfos a nivel local e internacional, también ha recibido aportes de vida, entre ellos la práctica de valores en su entorno, con los familiares, amigos y allegados.

Foto / Suministrada

«Me considero una persona muy agradecida con los que me dan la mano, y tengo mucho sentido de pertenencia por Pereira», apuntó, agregando que siente un profundo agradecimiento con su madre, «quien me ha apoyado y ha querido que yo sea el mejor».

Luis Fernando Ossa es uno de sus padrinos, aparte de su familia, ha estado acompañando su proceso deportivo, algo que resalta Julián a la hora de hablar de las personas que han influido en su carrera, igual manera menciona a las marcas que han estado ahí, como Longoni (tacos) y al ente departamental que se acuerda de él.

Después de ser Campeón Panamericano y participar en ocho Copas del Mundo, tuvo una sequía de títulos, donde quedó en la tercera posición en repetidas ocasiones, en la cuarta, en la segunda, hasta este 2018 cuando se reencontró con el título. En Guadalajara, México brilló como Campeón Internacional. «Esta fue una especial, llevaba siete años sin haber ganado un título significativo como este, tenía una sed de triunfo impresionante, la celebración allá fue muy espontánea, tenía mucho que celebrar, fui al suelo, lo besé y me volví un mar de emociones al llorar».

En Guadalajara, con presencia de 136 deportistas, pudo alcanzar la semifinal ante Javier Terán, billarista ecuatoriano al que pudo superar, y en la final se enfrentó a Rafael Rojas, el mexicano le hizo una partida difícil para que Morales no volviera al triunfo; sin embargo lo tenía en la mente y consiguió regresar a Colombia como campeón del Torneo de Maestros.

La siguiente participación en la que piensa será el Panamericano a mitad de año, donde espera que la Liga Risaraldense de Billar, decida sobre su presencia. Asimismo el Open Mundial en Nueva York y la Copa Mundo en Corea, en septiembre próximo. Competencias que se darían en ese orden durante el año.

Es así como Julián Morales, ha moldeado una vida donde el billar, el talento, el sentido de pertenencia y la humildad, han forjado el perfil de un deportista destacado para la región y Colombia.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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