Club Jeronimus de Ciclismo: niños felices y “Nacidos para ganar”
Club Jeronimus de Ciclismo: subirse a una bicicleta y controlarla no solo es muestra de equilibrio; detrás de este gesto hay perseverancia, esfuerzo, seguridad, confianza, educación y motivación.
Para un niño, la bicicleta puede ser curiosidad y reto en un principio, pero con el tiempo se convierte en ritual, en su pasión y en un estilo de vida.
El Club Jeronimus de Ciclismo enmarca la formación para aprender de la bicicleta y en forma divertida; es una inspiración que nació de la vida misma, de una corredora del Ciclismo de Ruta que es símbolo nacional desde el año 2015, cuando estando con ocho semanas de gestación, se subió con el oro al podio de los XX Juegos Deportivos Nacionales en Ibagué, luego de pedalear 113 kilómetros en un circuito de 12 giros, que causaron admiración y reconocimiento en el entorno deportivo nacional.
Leidy Natalia Muñoz Ruiz es bien conocida por su hazaña en Colombia, la misma que después de dar a luz a su hijo Jerónimo, le motivó en la creación de un club de ciclismo donde los niños fueran felices con la bicicleta.
Dos años después nació el Club Jerónimus de Ciclismo, con la firme promesa de servir para promover el ciclismo como una alternativa y un medio para la sana diversión; reconocimiento que le otorgó formalmente la Gobernación de Risaralda con su respectiva personería jurídica en el año 2018. Es un trabajo social que ya cumple siete años, y que también fue reconocido para su fundadora con el premio nacional – Mujer Comfamiliar – 2018.
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El Club Jeronimus de Ciclismo acoge como eslogan “Nacidos para ganar”, y no como una pretensión de llevar los niños a una temprana competición, sino más bien como un mensaje de superación ante los retos y dificultades de la vida, que, como analogía de una carrera, también trae obstáculos, curvas, ascensos y descensos, donde cada caída enseña y cada pedalazo es un aliento para continuar.
Actualmente, el Club Jeronimus de Ciclismo desarrolla su experiencia de formación y aprendizaje en el municipio de Dosquebradas, concretamente en el lago La Pradera, iniciando en una pista improvisada y que paso a paso fue construida y acondicionada con los deseos de superación de su fundadora. Hoy, son 800 metros que incluyen zona de obstáculos (drops), mesetas, peraltes, zona técnica y con la proyección de un sendero de montaña (rock garden).
Natalia Muñoz tiene una visión clara sobre la experiencia de la bicicleta, y si bien su reconocimiento ha sido ganado en el mundo del ciclismo de ruta, sabe que la iniciación para un niño debe darse con otras alternativas, como lo es el ciclo montañismo (MTB) dado que es menos riesgoso y motiva un relacionamiento más armónico con la bicicleta.
En los entrenamientos que se cumplen entre pedales, equilibrio, movimientos invertidos, frenos y Bunny Hops, transcurre la vida de 45 niños y niñas con edades entre los dos y los quince años, que han encontrado en el Club Jeronimus de Ciclismo esa alternativa de inspiración para jugar con la bicicleta, divertirse en ella y a la par, desarrollar habilidades y destrezas, físicas, emocionales y socioculturales.
Pese a la apuesta social y pedagógica, la iniciativa busca sostenibilidad financiera, desde la autogestión y la colaboración de marcas privadas que como Ruta 29, han creído en la posibilidad de encadenar de forma sinérgica los esfuerzos, para darle continuidad a los sueños de los niños.
Las familias y los padres de los niños y niñas han sido un apoyo fundamental para darle continuidad al proyecto, y profesionales como Raquel Cruz (Abogada) y Jhon Eduard Quintero (Contador), han permitido la legalización de procesos y la categorización del club ante la alcaldía municipal de Dosquebradas en Risaralda. Los procesos pedagógicos y formativos son acompañados por profesores experimentados como lo es Carlos Julio García, Luis Eduardo Medina, Junior Alberto Camico, Manuela Cardona y la misma Natalia Muñoz.
Los profesionales a cargo, y con el liderazgo de Natalia, orientan los procesos formativos con la premisa de que los niños y niñas sean felices en la bicicleta; después y solo después llegará la competitividad, como ya ha sucedido con algunos adolescentes que a sus quince años han tenido la experiencia de correr la Clásica Ciclística Rubén Darío Gómez en Risaralda.
Las inscripciones para hacer parte de los procesos formativos están abiertas, y la meta del Club Jeronimus de Ciclismo para este año, es llegar a cien niños y niñas, que disfruten la bicicleta, que se suban en ella y aprendan a caer, a levantarse y a continuar sus vidas, porque todos han nacido para ganar. Teléfono de contacto: 314 629 4075 – 322 363 0405
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