¡Álvaro López, permita que el proceso del Deportivo Pereira avance!
Aunque jurídicamente las opciones se le embolataron, Álvaro López, que representa a la familia López, en el proceso de Liquidación Judicial, debió empezar por ganarse la credibilidad de quienes estaban a su alrededor, ahora el camino es oscuro y Jhon Ómar Candamil Calle saborea las mieles de erigirse como liquidador y «salvador» en esta historia.
En la novela, que más que novela tiene elementos propios de un drama por todo lo que ha tenido que padecer Deportivo Pereira durante los siete años en segunda división, y otros 67 en su historia, aparecen nuevas oportunidades que desde la lectura judicial se podrían dar ante la muerte de un posible Acuerdo de Reorganización.
El Acuerdo de Reorganización presentado por Álvaro López que pretendía honrar las deudas a un plazo de 20 años, no tuvo éxito desde el primer día que se puso sobre la mesa, desde ese momento los apoderados de quienes hoy esperan que Deportivo Pereira pague, mostraron su descontento, además de argumentar ante los jueces que el Acuerdo no respetaba los montos que se adeudan, que no contaba con flujo natural de caja, un Acuerdo hecho a las ‘patadas’. Con un agravante, que aparentemente Álvaro López no tiene cómo demostrar la procedencia de los dineros.
Si bien Álvaro tenía ese ‘as bajo la manga’ lo dejó ir porque no mostró seriedad en la propuesta, lo que indica que no le interesa su credibilidad ante la mirada expectante de miles de ciudadanos que a diario leen la prensa para conocer en qué va la situación del onceno que una vez los llevó a ver apasionantes partidos al Mora Mora y al estadio Hernán Ramírez Villegas, los mismos que hoy faltan en las graderías de los escenarios deportivos.
Finalmente López perdió y Candamil levantó pecho, pues desde el inició se proclamó ganador, sosteniendo que la situación del Deportivo Pereira terminará en subasta, algo que parece beneficiar a la Corporación Deportiva y Cultural y a él por supuesto. ¡Que pase lo que tenga que pasar!
Si bien no todo se ha escrito, reaparecen las alternativas que generan expectativas, más que en los acreedores y sus apoderados, en los hinchas. La posible compra del equipo le abre un nuevo comienzo a la historia de 74 años que ha construido el equipo en esta ciudad que merece más tarde que nunca, originar una cultura del fútbol alrededor de la pasión que despierta el deporte rey.
La llamada subasta le entregaría el equipo a un tercero ante el desembolso de aproximadamente $ 35 mil millones de pesos, a menos que el perito avaluador decida que le cuesta más, ponga el tope alto para que el inversor local y extranjero entren en la puja por quedarse con el matecaña.
La otra figura que contempla el actual proceso es la adjudicación, que indica que el liquidador deberá adjudicar los bienes que tiene el equipo teniendo prelación en cierto tipo de acreedores, es decir que la corporación pasaría a varias manos, lo que generaría una posible disolución, a menos que quien quede con el mayor porcentaje de bienes, tenga cómo sobrellevar la responsabilidad de mantenerlo activo en el Fútbol Profesional Colombiano, reinicie el proceso ante Dimayor, obtenga el reconocimiento deportivo ante Coldeportes y geste de ceros una sociedad anónima en compañía de otros acreedores.
La conclusión de todo esto es que Álvaro López perdió, que su tutela será una última brazada en una carrera en la que ya no tiene competencia a menos que disponga de los 33 mil millones de pesos para pagar las deudas, dinero que en dicha situación debería probar su origen, además de cancelarle a su rival de turno, Candamil, los años que ha estado adelantando el trámite para alejarlo de la institución.