Alberto Suárez, ¿cuándo te vas del Deportes Quindío?
Un ejemplo claro, es el desgastado proceso del técnico Alberto Suárez, principal señalado como responsable del presente futbolístico del equipo y se dice entre muros, una de las razones por la cual se generaron los disturbios el día domingo. ¡La gente está cansada de Suárez!
Todo mal con el fútbol profesional de Armenia y a Suárez no le importa.
Con los sucesos ocurridos el domingo 26 de mayo en el estadio Centenario, nuevamente fue la imagen de la ciudad y de los buenos hinchas del Deportes Quindío la que quedó salpicada.
La actitud grotesca de parte de algunos que se hacen llamar ‘hinchas fieles’ o ‘barristas’, que con el pretexto de mostrar su inconformidad con el proceso del Deportes Quindío invadieron la grama del Centenario, sigue sembrando el miedo.
Pero todo esto, pudo ser evitado de alguna u otra forma pues todo lo sucedido el día domingo, no es más que una consecuencia de todo lo que se ha venido haciendo mal en el aspecto futbolístico y administrativo dentro del Deportes Quindío.
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Para nadie es un secreto, que para el señor Hernando Ángel el Deportes Quindío representa un negocio y que más allá del ascenso o no del equipo, al señor realmente le afecta muy poco el resultado de los procesos, y por eso el perjudicado siempre va ser el hincha fiel del onceno de Armenia.
Un ejemplo claro, es el desgastado proceso del técnico Alberto Suárez, principal señalado como responsable del presente futbolístico del equipo y se dice entre muros, una de las razones por la cual se generaron los disturbios el día domingo. ¡La gente está cansada de Suárez!.
El señor Suárez, es la manzana de la discordia dada su actitud, que se muestra como testaruda y terca. No se ha permitido entender que su proyecto en el Quindío ya fracasó y que no hay más vuelta que darle al asunto que renunciar, el señor tiene que dar voluntariamente un paso al costado.
Entre las fallas del entrenador, durante estos fatídicos tres años de proceso, se puede resaltar su falta de acierto para escoger la plantilla correcta en los partidos (sobre todo) decisivos. Los números, que sin ser importantes no lo favorecen con el ascenso. Y su cuestionable relación con la prensa deportiva.
Es de valientes admitir o reconocer cuando uno sobra en algún lado y en este momento Suárez ya sobra en Armenia…
A la falta de acierto, se le suma que Suárez nunca fomentó debidamente en sus jugadores un sentido de pertenencia hacia la institución, hacia la hinchada y mucho más hacia la ciudad que representaban en cada juego.
Es por eso, que muchas veces se puede percibir que a los futbolistas del Quindío les da lo mismo ganar o perder; mientras los administrativos del equipo y el señor Ángel se hacen los de la vista gorda.
De nada sirve llamar la atención de los atletas, de nada sirve cuestionar a Hernando Ángel, de nada sirve llamar «fracasado» a Suárez, si la situación no cambia. Todo se quedará en descontentos y reclamos vacíos que no resolverán el tormentoso momento que vive el hincha.
Es la dignidad la que podría resolver el asunto rápidamente, ya que si Alberto Suárez fuera consciente de su dignidad admitiría que ya no tiene que estar haciendo nada al frente del Deportes Quindío, pues su situación ya es insostenible e injustificable.
En un deporte como el fútbol, la continuidad y respaldo de procesos se dan es con resultados, y cuando estos no aparecen, no queda otra que liquidar e irse.