Señor Candamil, no dirija de espaldas al hincha
Señor Candamil, no dirija de espaldas al hincha
Por. Carlos A. Marín
Me abstuve durante unos días de escribir sobre el equipo que pertenece a esta ciudad, Deportivo Pereira; debo reconocer que ni estando lejos me desprendí tanto de los colores que han colmado mi corazón de alegría en momentos cuando desde la occidental hago las veces de periodista.
Ahora con un poco de nostalgia, y sin mucho por decir de los partidos que ha disputado la divisa pereirana en el Torneo Águila II, empiezo a sentir esa necesidad de regresar, de volver a saber de este equipo porque tomar distancia cuesta cuando se quiere con el alma.
La distancia la tomé después de la nota publicada por este mismo medio de comunicación que se titula ‘No es mi obligación ascender’. Decisión que escogí porque no he sentido el mínimo reparo de parte de la dirigencia por responderle al hincha. Después de la publicación se desprendió un aire de preocupación, hasta se recurrió a la aclaración para algo que contenía la nota en abundancia, explicación.
Esa sensación que dejó el que a la dirigencia poco o nada le interesa la afición ‘Matecaña’ pega fuerte, toca fibras. Porque el equipo no es lo mismo sin su afición, menos es lo mismo en segunda división, realidad que por más de cinco años hemos afrontado tanto los periodistas como los amantes del fútbol que están en todo el país… He tenido la oportunidad de conversar con comunicadores antioqueños, y ellos como nosotros, no olvidan los últimos segundos frente a Leones. Querían que Pereira regresara a primera tanto como sus más acérrimos hinchas, porque comprenden desde otras regiones lo que significa el equipo para la historia del balompié nacional. Aquí parece que no se ha interpretado así.
Además señor Candamil los periodistas también merecemos un periodismo de Liga, merecemos cubrir a Atlético Nacional, a Santa Fe, a Millonarios, a los clubes que hoy integran la competencia élite del fútbol profesional en Colombia. Son cinco largos años de periodismo en segunda división.
Quiero que sepa que no tengo motivos para señalarlo, que busqué e indagué la manera de probar la maldad en el proceder, sin hallar éxito en el camino. Recuerdo que me atreví a ofrecerle un jugador a Duván Vásquez en esos cortos pero insistentes procesos de investigación. No encontré nada revelador.
Eso no quiere decir que en las cinco oportunidades que he tenido de hablar con usted, no haya percibido el desconocimiento que tiene del sentimiento que provoca el fútbol. Como abogado que es, considero que está actuando bajo la normativa legal, en cuanto a que es tema que domina con cierta habilidad; pero de amor a la pecosa, poco o nada sabe. Eso es primordial para tejer una comunicación asertiva con la hinchada.
Elementos de valor para juzgarlo como persona no he encontrado, tampoco es mí competencia hacerlo. En lo que sí creo que está fallando, es en el trato al hincha, y eso déjeme decirle, es meramente dirigencial. Lo está hundiendo hasta el fondo del pozo donde se cocinan los peores rumores de su “administración”, y creo que está llegando al punto de no retorno. ¡Desmiéntame!
Lo invito a que no siga administrando de espaldas al hincha, que el frío de Manizales no llegue a la calurosa Pereira; porque algo sí puedo decirle, el fútbol en la capital caldense parece que está muriendo al igual que aquí, con la salvedad que llegó un hombre de renombre para sacar del fondo a un plantel que sin vergüenza le toma la mano al aficionado para que no se vaya.
No sé cuáles son las relaciones que se tejen entre el ‘Blanco’ y el ‘Aurirojo’; pero le explico que son dos maneras diferentes de sentir la experiencia del fútbol. Es un error querer hermanar dos categorías para convertirlas en negocio sin éxito deportivo. Si el camino es hacerlo, que concluyan con realidades que generen alegría a las respectivas aficiones.
Las maniobras para traer jugadoras y jugadores caldenses son evidentes, pero improductivas en el camino… ¿Qué se quiere? No le niego que puedo entender que el fútbol es un negocio, pero aun así, los negocios en su cauce natural deben terminar en buenos resultados para la mayoría, no para unos pocos.
Me invito a la posibilidad de aceptar que aquí los únicos que están teniendo buenos resultados en el papel son ustedes, que son ustedes los que recogerán con la gestión hecha hasta ahora una buena suma de dinero cuando todo termine. Todo dentro del marco de la normativa legal, ahí entra la habilidad con la que gestionan el proceso judicial de la corporación.
Del otro lado, descaradamente promueven la idea que les iría mejor en la A, que en la B, porque el equipo cuesta más en primera que en segunda; sin embargo se rajan cuando al mismo tiempo se publican documentos donde piden a la juez que maneja el proceso, entendimiento en el aumento de los recursos destinados a la administración de la corporación, peticiones que esclarecen las necesidades económicas de la corporación, que a la luz de cualquier persona que entienda de esto, son evidentes. El equipo cuesta más en la A, sostenerlo en esa categoría es una pelea que nadie que conozcamos en el ambiente futbolero, quiere dar.
Por tanto, el equipo no les conviene más en la A, que en la B. ¡Es una trama bien montada! Y con respeto digo que es hora de aceptarlo.
Entre otras cosas, no me tiñe el corazón de negro que el equipo esté en las postrimerías de la desprestigiada segunda división, me causa tristeza cómo se trabaja de espaldas al hincha. Este equipo aguanta dos años más en la B, hasta tres si se quiere, lo que no puede soportar es el maltrato proveniente de una “administración” que no siente los colores del municipio, que no asume el fútbol como una pasión.
Puedo darme el lujo en decir que entiendo, como pocos, el camino que dicen querer seguir, el proyecto deportivo que han encaminado hace más de dos años con el tal patrimonio futbolístico. Lo están trabajando otros equipos del país, no es una estrategia novedosa.
Pero como se lo expresé en la entrevista donde reconoció que no es una obligación ascender pero que lo llevan en el corazón, la más primordial de las acciones es mejorar la relación con el hincha. ¿Cómo hacerlo?, ha sabido muy bien cómo divorciarse de la afición, y como sus analogías son de relaciones de pareja, creo que es hora que pida perdón y se reconcilie por todas las incongruencias que ha dejado escapar, por todo lo que ha hecho de espaldas al aficionado PEREIRANO.