Displicencia, poder y poco diálogo desde la Dimayor
La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, Acolfutpro, respalda las manifestaciones de los deportistas y es tajante con la División Mayor del Fútbol Colombiano, Dimayor. Gesto que se debe mantener hasta que haya espacio para el diálogo.
Sorprendió la respuesta de la Dimayor ante la protesta que se género durante el sábado 5 y domingo 6 de septiembre en el desarrollo de los partidos del Torneo Águila y la Liga Águila, donde varios futbolistas se sentaron en el césped una vez el central pitó para dar inicio al juego.
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El gesto tiene sentido en la medida que la Acolfutpro, entidad que vela por los derechos, las reglas claras y la vida digna de los y las futbolistas, está solicitando una negociación con la Dimayor. Donde se le reconozcan más derechos a los deportistas, a lo que este organismo se ha negado.
Entre las solicitudes para negociar, se encuentran estudiar el calendario de competencias, el estatuto del jugador, la minuta única de contrato de trabajo obligatorio de la Federación Colombiana de Fútbol, torneo profesional de fútbol femenino, pólizas complementarias de salud y la participación sobre derechos de televisión.
Acolfutpro en la actualidad representa a 1.117 futbolistas de Colombia. Los mismos que quedaron perplejos después que la Dimayor emitiera un comunicado a la opinión pública ante lo ocurrido el fin de semana.
«El presidente de la DIMAYOR, Jorge Enrique Vélez se permite informar a la opinión pública que pondrá en conocimiento del Comité Disciplinario del Campeonato, los hechos irregulares ocurridos durante la fecha 15 de la Liga Aguila II-2019 y fecha 14 del Torneo Aguila II-2019, que interrumpieron el desarrollo normal de los partidos, y, de los cuales son responsables directos algunos jugadores, sobre quienes podrán recaer las consecuencias jurídicas y económicas correspondientes».
Esto no es más que una bocanada de aire para Acolfutpro, al denotar la displicencia con la que ha actuado la Dimayor, al no querer sentarse a negociar, cuando menos sobre lo que pide la asociación.
Bien es cierto que desde el ente rector del fútbol profesional se han venido adelantado cambios, como la internacionalización de los protocolos al interior, las relaciones internacionales, la televisión por suscripción y la llegada de modelos europeos para el fútbol doméstico. Esto sin contemplar, si quiera la voz de los deportistas.
Lo que demuestra que ha actuado bajo el amparo del poder, pero también del poder económico, porque en esencia lo que solicitan los futbolistas requiere de recursos económicos.
La respuesta de Jorge Enrique Vélez, presidente de la Dimayor, además de displicente deja al entorno del fútbol profesional colombiano, que en esencia está integrado por jugadores, sin voz. Lo cual constituye una falta al derecho a la asociación sindical en Colombia, o la protesta.
Se vendrán días complejos para el fútbol profesional del país, como ya ha ocurrido en España y Argentina. Dependerá también de la fuerza de Acolfutpro y cómo aborde la situación.
Acolfutpro está claro en sus peticiones a negociar:
*Calendario de las competencia y períodos de descanso.
*Concertar el estatuto del jugador de la Federación Colombiana de Fútbol.
*Pólizas complementarias de salud.
*Concertar el Código Disciplinario de la Federación Colombiana de Fútbol.
*Concertar la minuta única de contrato de trabajo obligatorio de la Federación Colombiana de Fútbol.
*Torneo profesional del fútbol Femenino.
*Horarios, intervalos y tiempo de descanso entre partidos.
*Partido anual de la Selección Colombia de mayores en favor de ACOLFUTPRO.
*Participación sobre derechos de televisión.
*Dos reuniones anuales de ACOLFUTPRO con los/las futbolistas en el lugar de concentración.
*Concertación del número de entradas para los partidos locales y de la Selección Colombia.
*Adopción de protocolos contentivos de las políticas contra la discriminación, el acoso laboral y la violencia de género.