El Rugby resignifica el valor de la mujer a través del deporte
La práctica además de entregarle ciudadanos ejemplares al país, le está entregando un valor imprescindible a la mujer. Las Selección Colombia Tucanes, es un vivo ejemplo.
Al deporte rudo llegaron las mujeres para demostrar que ellas también pueden, pero que no solo tacklean, sino que contrario a las creencias en los imaginarios sociales, también son leales y fomentan liderazgos.
La Federación Colombiana de Rugby recibe aplausos por los últimos resultados en materia competitiva. Una federación que ha pasado de estar en los últimos peldaños en la arena suramericana y que en tan solo cuatro años ha escalado a la cima, en lo que respecta al Rugby femenino.
Las Tucanes en el presente son potencia en la región encontrando en el poder femenino compromiso, disciplina y motivación que llega a otras mujeres en el país. Pues desde Antioquia se está promoviendo un trabajo basado en la organización que invita a que en las regiones exista como meta poder vestir la camiseta de la selección nacional y hacer parte de esa gran experiencia llamada Tucanes.
Hablando solamente de resultados, Colombia consiguió la medalla de bronce en los pasados Juegos Panamericanos, Lima 2019, modalidad Rugby Sevens. En el Rugby XV’s, que a propósito era inédito con el Test Match, volvieron a superar a Brasil durante el fin de semana, encontrándose un gran nivel entre las deportistas y haciendo historia en surámerica al ser las primeras vencedoras en esta modalidad.
En consecuencia esta práctica deportiva ha pasado de solicitar canchas para correr con la ovalada, a darle argumentos a los colombianos para creer cada vez más. Y escalando a las regiones, el Eje Cafetero se ha dejado seducir lo suficiente para que el impacto también se produzca desde este territorio.
En la Liga Risaraldense de Rugby se habla de Tucanes como el gran objetivo y las féminas trabajan con disciplina para conseguir un cupo. Trabajan por demostrar que están tan capacitadas como los hombres para darle glorias al departamento y al país, muestra de ello han sido las participaciones de Daniela Álzate Moncada y Manuela Marroquín por ejemplo.
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El tackle, el scrum, la carrera para el try, no le queda grande a una mujer, ellas están ahí para hacerlo a como dé lugar. Incluso se han servido como respaldo en las categorías masculinas, complementando un trabajo que le entregan un sinnúmero de enseñanzas al deporte colombiano.
Cuanto más fuerte son para tacklear, más sensibles en su comportamiento para actuar con solidaridad entre sus pares y con deportistas de la rama masculina. ¡Eso es lo que el Rugby le está entregando a Colombia más allá de los resultados!