Torneo Nacional de Tenis Chiquitines, una historia detrás del tenis infantil en Colombia
Torneo Nacional de Tenis Chiquitines, una historia detrás del tenis infantil en Colombia
Foto/Suministrada. Archivo Fotográfico-Club Campestre de Pereira
El evento tenístico infantil más importante de Colombia, cumple su versión número No. 25, es una oportunidad para enmarcar el proceso que lo ha distinguido por una generación en el plano del tenis nacional.
Por. Carlos Alberto Marín Franco
La historia del Torneo Nacional de Tenis Chiquitines, “25 años Copa Chevrolet-Caminos”, enseña que a lo largo de los años, ha sido un encuentro deportivo donde los niños, niñas, padres de familia, entrenadores y allegados al mundo del tenis, disfrutan en torno a un objetivo: integrarse.
Desde el primer ‘Chiquitines’ hasta el presente, su máximo organizador, Eduardo Giraldo, lo contempló con un lugar común donde los infantes puedan ser felices jugando al tenis, sin acoso de competencia y sin afán de protagonismo.
Chiquitines nació para que Santiago Giraldo pueda ser lo que es hoy, el tenista número uno de Colombia. Cuando corría el año 1992 se dió origen al torneo, en ese tiempo Santiago tenía apenas cuatro años y esa sería su primera participación en el certamen.
Foto/Suministrada. Archivo Fotográfico-Club Campestre de Pereira
Santiago fue el primero, pero otros están en el camino. Han pasado por Chiquitines tenistas que hoy ocupan puestos de privilegio en el escalafón nacional, atletas jóvenes de diferentes departamentos que se visionan como grandes figuras.
Son 25 años en los que Chiquitines ha crecido, se ha sostenido, aunque lo más importante, se ha reinventado a sí mismo. El trabajo insaciable de Eduardo Giraldo por transmitir el objetivo de la reunión tenística infantil más importante del país no ha quedado en vano, son más de 350 niños que han hecho parte, centenas de padres de familia que desde lugares alejados como la Costa Atlántica o el Chocó, deciden atender al llamado.
Familias tenistas de Antioquia, Valle, Atlántico, Santander, Cundinamarca, Chocó, Caldas, de los rincones más alejados de la geografía colombiana, han asistido al certamen, para vivir entre todos una fiesta.
Es que la reunión deportiva ha encontrado un pretexto válido para acercarse a las expresiones culturales y artísticas conjugadas con el deporte blanco, ese pretexto es la infancia. En el recorrido de los 25 años, se ha invitado a artistas de todos los colores y gustos, porque las manifestaciones culturales han complementado el desarrollo de los partidos y sobre todo, porque lo importante no es ganar, sino pasarla bien.
El promedio de asistencia en la historia ha sido de 280 niños por evento, más que un Torneo Nacional Interligas Juvenil. Versiones anteriores registran una participación superior a los 300 jóvenes que se están iniciando en el deporte, que ven en el tenis una clara oportunidad de formarse.
Foto/Suministrada. Archivo Fotográfico-Club Campestre de Pereira
Algo que rescata la historia de este torneo es que sus principios axiológicos no se han transformado. Siguen fomentando la participación nacional de niños y niñas, sigue uniendo familias, dejando en un segundo plano la derrota o el triunfo, para darle vida a la inlcusión social, a la fraternidad y a la alegría de jugar al tenis, es una verdadera experiencia del de compartir entre amigos.
Chiquitines se ha convertido en el jardín, el kínder y la primaria para los tenistas colombianos. Dice Sofía Múnera, deportista risaraldense, que es un evento donde los niños se empiezan a hacer amigos de quienes enfrentarán en el futuro, evidenciado esto en los torneos nacionales cuando los deportistas se saludan, como si se conocieran de tiempo atrás.
Eduardo Giraldo recuerda en esta edición especial que, “Esto es para que el niño sienta una satisfacción, que sienta la alegría de jugar al tenis. Esto también tiene una parte cultural, se hacen no solo muestras culturales, sino que también se realizan charlas físicas y psicológicas. De modo que este torneo siempre será un punto de partida para que los niños piensen, sientan, disfruten y sigan en el tenis”, señaló.
Y varios aspectos se conjugan a lo largo de los años, para argumentar que la calidad en el juzgamiento, el control en la información de competencia, los adecuados y suficientes escenarios del Club Campestre de Pereira, la antesala de las convocatorias, la organización administrativa y logística, sumada a una verdadera filosofía de juego fundamentada en la fraternidad y la hermandad, hacen del Torneo Nacional de Tenis Chiquitines, el mejor escenario nacional para la comunidad tenistica infantil de Colombia.
