¡Yo sí exijo respeto por mí y por la hinchada!: Maurico Gómez Buriticá
Como hombre de ciudad, como periodista que soy y como seguidor del único club de fútbol del que me he puesto una camiseta en mi vida, no puedo quedarme callado ante la infamia expresada por el agente liquidador de Deportivo Pereira, el señor John Omar Candamil, que a través de un mensaje privado de WhatsApp, insultó sin reparo alguno al periodismo deportivo y la hinchada del conjunto matecaña.
Lo primero que tengo que decir es que no esperaba menos de alguien que solamente ha protagonizado hechos de ineptitud e incapacidad durante los más de siete años que ha estado al frente administrativamente del equipo pereirano.
¡Yo sí exijo respeto por mí y por la hinchada! Y a través de este escrito invito al señor Candamil para que hablemos de sus fracasos y al final miremos quién es el verdadero fracasado.
Usted ha tenido más de siete años para liquidar a Deportivo Pereira y, si bien en ciertos momentos han existido situaciones ajenas a su labor que han impedido darle celeridad al proceso, son sus propias malas actuaciones las que mayormente han dilatado la liquidación. Malas actuaciones como presentar mal el cuadro de acreencias y graduación de créditos. Algo que volvió a recordarle la juez en su más reciente auto y que es, precisamente, la piedra en el zapato en este momento para que finalice la liquidación.
En su escrito de WhatsApp usted también destaca la renovación del reconocimiento deportivo del club como un gran logro. Típico de mediocres: buscar loas por cumplir con sus obligaciones. ¡Debería darle pena!
En lugar de ello, tendría que explicar el porqué de las deudas con la DIAN. En meses pasados el Juzgado Primero Civil del Circuito, que lleva el proceso de liquidación, le desembolsó $700 millones para cubrir cuentas pendientes con dicha entidad y ahora volvió a pedir $900 millones para lo mismo. Le recuerdo que ante su falta de claridad, el Juzgado le pidió que detallara cuáles son las deudas.
Le recuerdo, señor Candamil, que su función es la de administrar, de manera diligente, la empresa y los bienes hasta su venta. Como auxiliar de la justicia usted asumió el manejo de la institución sin pasivo alguno, por el contrario, lo primero que hizo fue recibir la ganancia cercana a los mil millones de pesos por la venta del delantero José Heriberto Izquierdo y sin embargo, contrario a su verdadera función, ha generado nuevos pasivos y su única explicación ha sido la pandemia, la nueva excusa de los mediocres.
Y como si no fuera poco con la generación de nuevos pasivos, ¿dónde queda el detrimento patrimonial e institucional con la cantidad de jugadores que usted dejó ir como agentes libres -a cambio de qué- cuando todos eran activos de Deportivo Pereira?
Fracasar es despilfarrar en lugar de optimizar recursos, fracasar es pensar que el técnico idóneo para el «proyecto deportivo» (que no existe), era el de peor desempeño en 2020, el uruguayo Jorge Artigas. Fracasar también es hacerle contrato a cinco arqueros para inscribir tres y sufrir después porque hacen falta delanteros. Y peor, fracasar también es traer como solución de gol al goleador de la Copa Ciudad de Villamaría. ¿Simplemente le pregunto, a quién le hizo el favorcito?
También es fracaso recibir un llamado de atención por parte de la Federación Colombiana de Fútbol por incurrir en evidentes irregularidades en la venta del jugador Jorman Campuzano ¿ignorancia o mala intención?
Y la tapa fue la semana pasada cuando la Juez lo regañó pidiéndole más cuidado a la hora de verificar las informaciones emanadas por la rama judicial. Lo anterior, porque usted respondió un auto equivocado en el que creyó, se le ordenaba la liquidación en un mes. ¡además de dormido, mal asesorado!
No son en vano las múltiples ocasiones en las que han pedido su remoción. Convengamos que legalmente se ha mantenido en su cargo y que su principal bendición en este caso se la otorgó la Juez, quien decidió respaldarlo.
Lo suyo es una burla a la ciudad. Goza de todos los beneficios que otorga el mundo del fútbol sin tener idea de cómo funciona el negocio y además ‘come y pone a comer’ a los suyos de una institución de la que sólo le importan los réditos económicos.
Yo solamente quiero, con argumentos, protestar públicamente a nombre propio y del buen periodismo y, desde luego, de la afición de Deportivo Pereira, que no puede estar más pisoteada que con usted. ¡RESPETE, SEÑOR CANDAMIL!
Y finalmente, permítame hacerle una respetuosa invitación a que en lugar de andar insultando e irrespetando a la ciudad, más bien se ponga pilas porque está durmiendo con el enemigo, ya que no es la primera vez que se filtran documentos privados desde su entorno. No creo que allá lo quieran mucho, eso también es fracaso.
«Unidos somos más. Más deporte, más región»
Señor Mauricio que buen documento.gracias por expresar nuestro sentir
Me duele mucho lo que estos bellacos hacen con nosotros los que sentimos esta ciudad y esta camiseta.
Gracias mil por defendernos