La mayor riqueza de nuestra región, está en la gente

La división política y administrativa que históricamente caracteriza la región del Eje Cafetero, no contribuye mucho a los procesos de desarrollo y menos en materia deportiva.

Seguir separando la región, aunque sea desde el lenguaje, es un hecho que debemos corregir. Sobre todo, las nuevas generaciones de ciudadanos que culturalmente hemos apropiado (quizás de manera errada) esa idea que separa a las personas y sociedades con populares y coloquiales frases, donde los unos son mejores que los otros o los de aquí no somos los de allá.

En materia deportiva sucede igual, mientras algunos hinchas del fútbol (no todos) se burlan de la situación deprimente del equipo de fútbol profesional vecino, también autoridades del deporte (no todas) permiten que se reafirme el regionalismo, para supuestamente, motivar el sentido de pertenencia por su ciudad o departamento. Y esto se hace, porque «los de acá… somos mejores que los de allá» o viceversa.

Lea más: Eje Cafetero, sustentó a Coldeportes por qué ser sede de Juegos Nacionales 2023

Región Administrativa de Planificación

No es fortuito que exista en nuestra región una RAP (Región Administrativa de Planificación)  que bajo el liderazgo de las autoridades administrativas de Caldas, Quindío y Risaralda estén buscando permanentemente la integración regional a través de diversos proyectos de infraestructura, medio ambiente, turismo, ciencia, tecnología y deporte.

Para el último en mención, el sueño es convertir al Eje Cafetero en la sede oficial de los Juegos Nacionales 2023. Y allí, en ese valioso propósito, necesitamos estar más unidos que nunca como región.

Los privilegios de la unión se ven desde el reconocimiento de los otros como personas que tienen los mismos derechos y aspiraciones, sueños que pueden construirse conjuntamente para ser cumplidos en esta tierra que conserva en su historia la riqueza cultural de nuestros abuelos, y proyecta además escenarios de prosperidad y desarrollo.

Foto/Pablo Bohórquez

La mayor riqueza de nuestra región, está en la gente, en las personas que cotidianamente trabajan y avanzan en procura de sus sueños.

Son sueños que no distan mucho los unos de los otros, porque con certeza todos le apuntan a una mejor calidad de vida, al bienestar social de todos y en el fondo a la búsqueda de la felicidad. Y el problema de las actitudes y posturas regionalistas, es que van en contra de esos sueños, de esa calidad de vida y ese bienestar soñado, por el hecho de dividir en vez de unir.

Frase de cajón, pero es cierto, «La unión hace la fuerza». Porque como se dice, las frases más famosas se hicieron reconocidas por su profundidad en la brevedad del mensaje.

Ahora que se avecinan los Juegos Nacionales 2019 en el Departamento de Bolívar, la región cafetera con las delegaciones departamentales en todas las disciplinas que lograron clasificar, deben empezar a unirse. Pueden hacerlo desde las motivación, el reconocimiento de los deportistas, entre ellos mismos sentirse que representan más que una ciudad o departamento, a toda la historia y el bagaje cultural del Eje Cafetero.

Ser de Caldas, no es pecado, tampoco lo es si se representa a Risaralda y mucho menos si se llevan los colores del Quindío. En el fondo, los deportistas de los tres departamentos llevan el honor de una región que debe cobrar mayor peso político en Colombia, y que divididos costará muchos más esfuerzos y energía, en comparación si logramos la unión, cuando menos desde la identidad regional.

Porque, sin regionalismos podemos potenciar mucho más el deporte del Eje Cafetero.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»