Risaralda no tiene playa, pero sí el trofeo nacional de Lucha Playa
Cuando se habla de un deporte en pantaloneta, banda de color rojo o azul en el tobillo y un círculo de 7 metros de diámetro en arena, se refiere a la Lucha Playa, una modalidad que se reglamentó en el 2004 durante el Congreso de FILA en Atenas, y que se ha esparcido por el mundo debido a la flexibilidad para practicarla, porque no requiere de una costosa colchoneta de 70 millones de pesos, sino una playa para prepararse.
A diferencia de la Lucha Olímpica, se logran tres puntos cuando uno de los atletas hace que su oponente toque la arena con la espalda; y se obtiene un punto, cuando lo saca fuera del círculo o lo obliga a tocar la arena con cualquier parte del cuerpo que no sean las manos o los pies.
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Este deporte se ha generalizado en Colombia por su versatilidad para entrenar o realizar competencias, incluso el país ya tiene una campeona mundial que es la vallecaucana Tatiana Rentería, quien brilló con dos medallas doradas en los Juegos Mundiales de Playa 2019, y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mar y Playa 2022, lo que demuestra el buen nivel competitivo de esta modalidad que nace de ligas como Bolívar, Magdalena, Antioquia, Valle, el Eje Cafetero, Huila y Tolima, entre otros, las que igualmente vienen realizando intercambios y campeonatos para potenciar a sus deportistas.
Risaralda Campeón
Entre estos eventos se encuentra el campeonato de la Copa Colombia de Lucha Playa, que este año se llevó a cabo en Rionegro – Antioquia en octubre, y que brindó a la afición un buen espectáculo de técnica, fuerza y habilidad física.
Paradójicamente, fue la Liga Risaraldense de Lucha la que dio la sorpresa al llevar tres atletas que se bañaron con tres oros y un bronce, llevando al departamento al primer lugar por equipos con 75 puntos, algo que muestra el buen momento deportivo que se vive en la región, donde no hay costa, pero sí, talento y técnica.
Años antes, en otros eventos nacionales, el departamento había ganado otras medallas en Cartagena, donde Nelson y John Jairo Echeverry, lograron bronce y plata.
“Hemos tenido varios competidores y Risaralda empieza nuevamente a protagonizar en Lucha Playa”, dice Jhon Jairo Echeverry, entrenador Braulio.
Uno de los protagonistas de este logro, es el venezolano Braulio Vargas quien a los 15 años conoció la lucha, cuando el colegio José Antonio Páez de la ciudad de Barcelona en el estado de Anzoátegui, se incendió y mandaron a los estudiantes para la casa, y como no había nada para hacer, aceptó la invitación de una compañera de clase de visitar el gimnasio donde entrenaban el originario deporte griego. Allí, este joven de contextura gruesa, descubrió que tenía alma para derribar y planchar a sus oponentes, algo que lo llevó a ser campeón nacional de su país y subcampeón Panamericano Juvenil en Cuenca Ecuador elevándolo a ser una promesa olímpica. Sin embargo, la situación difícil y económica de Venezuela, lo llevó a emigrar para buscar un apoyo a su talento y aptitud de campeón.
Como su padre Emilio Vargas vive en Pereira, el joven atleta llegó el 3 de noviembre de 2018 a buscar oportunidades, y como las buenas amistades edifican, Nabot Zapata y Diego Zuluaga, lo llevaron al gimnasio de lucha olímpica que orienta el entrenador Jhon Jairo Echeverry, quien lo pulió en su técnica competitiva, hasta llevarlo a ser campeón en su categoría de 90kg o más, ganándose un chequeo para la selección Colombia y logrando importantes triunfos que han dejado a Risaralda en el podio.
Claro, como todo deportista ha tenido que vencer obstáculos, y uno de estos ha sido comprender que, aunque era favorito en los pasados Juegos Nacionales, tuvo que conformarse con un bronce, porque la condición de todo ser humano es perder cuando menos se lo espera.
“El año pasado en los Juegos Nacionales era uno de los favoritos y lastimosamente perdí ante un atleta del Huila al que ya le había ganado, pero como el deporte es así, perdí, y esa derrota me dolió mucho, pero seguí entrenando y trabajando y así pude salir adelante”, dice el luchador.
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Este joven llanero quien compite en lucha libre en la categoría de más de 90kg, ha demostrado a sus 32 años que son los procesos deportivos los que maduran la técnica y la mentalidad de un campeón y eso lo ha demostrado al colgarse más de 30 medallas en sus 17 años de carrera deportiva.
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