Retos de los actores regionales del deporte para el 2020

Foto / Carlos Marín

Sin lugar a dudas desde Semilleros Deportivos se ratifica la necesidad de mayor cualificación entre el personal de todas las áreas, desde los organismos públicos, hasta los privados. 

El 2020 será el cierre de una década Dorada para el deporte colombiano, donde los departamentos de mayores recursos económicos siguen abriendo el camino para entender cómo vincular cada vez a más ciudadanos con la actividad física, el deporte y la recreación.

Otros departamentos de envergadura menor, buscan seguir los pasos en un sistema que persiste en mejorarse a sí mismo, pero para ello necesitará de mayor disposición, especialmente de los agentes que han mantenido una línea empírica en la formación, acompañamiento y motivación de los atletas.

Eje Cafetero

La región requiere priorizar en materia de escenarios deportivos, esto no solo implica la construcción de unos nuevos, también la capacitación del personal del deporte, para entender qué hacer con los mismos, una vez se construyan.

Los escenarios necesitan de mantenimientos preventivos, correctivos y periódicos para beneficiar el tiempo de uso de los mismos. Ineludiblemente los miembros de los organismos deportivos que los frecuenten deberán crear estrategias para corresponder a estas realidades.

Reserva deportiva, aliento para el futuro

En materia de formación, los semilleros deberán entenderse como prioridad para seguir alimentando la reserva deportiva. Esto desde un discurso que proceda a la acción, que identifique en los niños, niñas y adolescentes a potenciales líderes capaces de complementar los proyectos al interior de los organismos.

Exploración de oportunidades con el talento humano

No todos los ciudadanos que se inician en el deporte, puede llegar a sorprender con sus habilidades motrices; pero sí la mayoría con sus habilidades mentales.

El deportista para el 2020 debe ser considerado como un actor que ofrece más que triunfos, más que nombre; debe ser valorado en su integridad como un ciudadano capaz de liderar apuestas en torno a las problemáticas sociales.

Lo anterior tiene unas implicaciones y estas se enmarcan en los procesos desde las fuerzas básicas, sobre cómo estamos formando a los niños, niñas y adolescentes para corresponder como ciudadanos activos a las necesidades políticas y sociales.

Los mismos deportistas están en la capacidad de invitar a sus entrenadores y dirigentes para que entiendan el proceso de la cualificación como un camino hacia el éxito en los procesos.

De esta manera, la cualificación, la consciencia por los escenarios deportivos, el trabajo en la reserva deportiva y la mirada del deportista como líder con capacidades extradeportivas, ayudará a que la región vaya transformando su ecosistema.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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