Pasemos de las veedurías a la realidad del Grande Matecaña

Foto / Pablo Bohórquez. Carlos Royero, junto a Felipe Eusse y Luis Eduardo Duque.

Al parecer, el nuevo Director Deportivo Felipe Euse y el estratega oficial de la escuadra matecaña Néstor Craviotto, hicieron caso al llamado que un buen sector de la prensa planteó a la institución auri roja ante la presencia del alcalde Juan Pablo Gallo, finalizando el 2018. Sin embargo, esto no será suficiente.

En resumidas palabras, queremos que se tenga en cuenta el talento local. Si bien el ascenso de categoría no ha sido una realidad, cuando menos que sean nuestros jugadores los que tengan la posibilidad de estar y representar la ciudad. Allí, tuvieron lugar entonces las veedurías a los jugadores de la Copa Ciudad Pereira, donde seis de ellos continúan en el proceso de abrirse oportunidades. Sin embargo, esto no será suficiente.

La solicitud no solo se queda ahí con estos seis jugadores, también la Liga Risaralense ha jugado un papel importante en estos primeros días del año, especialmente en el proceso de recoger las bases de formación y las divisiones menores, por lo que no es ajeno que un grupo de directores técnicos ya conocidos en nuestro entorno futbolístico, sean los que orienten el proceso de veedurías y de divisiones menores este año. Esta vez, sin técnicos extranjeros, sin desconocidos, por el contrario, con un grupo de profesores que conocen la región, y que asumen la labor de darle nuevamente identidad al grande matecaña. Sin embargo, esto no será suficiente.

Tarea comprometedora, reconociendo el difícil entorno que antecede a la institución matecaña, y al que se suman además, los fracasos del ascenso y un difícil panorama en su proceso de liquidación.

Por ahora, los protagonismos los tienen ganados los actores deportivos locales, pero luego vendrán las presentaciones oficiales y de nuevo los discursos del Gerente Liquidador, y si esto no se compagina con los resultados en el Torneo Águila, vendrá otra vez la insatisfacción, el reclamo de la hinchada y la crítica de los medios.

Es importante entender, que el proceso que se solicita ante la actual administración del Deportivo Pereira tiene directa dependencia del proceso de liquidación, que si bien está en curso, ha tenido y seguirá teniendo nudos en el camino por la cantidad de intereses particulares que giran en torno al equipo. Así que el proceso de recuperar la confianza será largo, lento y complejo, y a unas cuantas semanas de iniciar competencias, seguramente saldrán a relucir insatisfacciones porque el mismo proceso de veedurías no llena las expectativas de quienes tuvieron intereses de conquistar un cupo en la institución matecaña.

El camino será largo y entreverado, ojalá los ciudadanos que aman el equipo, los hinchas que lo siguen y a quienes de verdad les duela el nombre de la ciudad, no se vean defraudados en un nuevo intento por el ascenso o por la liquidación de la institución matecaña.

“Unidos somos más. Más deporte, más región”

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