Los entrenadores: padres sustitutos en el deporte y la vida
Los entrenadores: padres sustitutos en el deporte y la vida
Para muchos deportistas de élite o amateur, los entrenadores se vuelven un ser de confianza, que pasa de ser alguien con quien se está en un trabajo, a ser esa persona que día a día intenta que sus ‘estudiantes’ mejoren con el paso del tiempo.
No importa en qué disciplina compita, no importa si es mujer o hombre, lo único que importa es que esté allí, en el momento que más se necesite y brinde unas pocas palabras o gestos, que inviten a seguir adelante en el camino elegido, ese debe ser un entrenador o también conocido como formador.
Para muchos, quizás la mayoría de los deportistas, su entrenador se vuelve alguien tan esencial en sus rendimientos, que pasa a ser casi como un padre sustituto, aquel que lo acompaña en las buenas y en las malas, que le brinda todo su apoyo al momento de salir y demostrar su potencial al mundo, aquel que vive el día a día, que sabe sus falencias y sus virtudes, que con palabras de aliento o algunas veces con ‘madrazos’, hace que ese deportista demuestre el 100% de su talento.
Un entrenador pasa a ser sustituto cuando los padres de familia no pueden asistir o acompañar a su hijo a determinado evento, pero al mismo tiempo ese padre ‘sustituto’, es aquel que impone normas, ya sean de convivencia o en el deporte mismo, el que hace recomendaciones para mejorar el rendimiento, el que trabaja día a día, por eso como dijo el actor Steve Carrell, en la película Foxcatcher (cuenta la historia de la relación trágica entre un multimillonario excéntrico y dos campeones de lucha, para entrenar en su finca para los Juegos Olímpicos de Seúl), “un entrenador es un padre, un entrenador es un mentor, un entrenador tiene un gran poder en la vida del atleta”.
Es aquí donde esos entrenadores se vuelven en influenciadores positivos para los deportistas, animan y apoyan en todo momento, son quienes simulan situaciones que pueden ocurrir en eventos reales, son aquellos que con sus acciones,, crean un impacto no solo en la formación sino en las habilidades que los deportistas van adquiriendo, enseñan a trabajar en equipo o individualmente, por eso “los entrenadores se vuelven unos padres sustitutos para el deportista