Las redes sociales, una estrategia de crecimiento para los organismos deportivos

Carlos Marín / Periodista Deportivo

Se ha entendido en la era digital que hablar de redes sociales tiene que ver solo con Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn; siendo estos apenas medios para generar lazos y comunicaciones, pues las verdaderas redes sociales están en todas partes y tienen impacto en el mundo del deporte. 

Empezaré afirmando que las plataformas digitales no son en esencia redes sociales, son medios que permiten la interacción virtual en contextos indeterminados. Esto sustentará de entrada el objetivo de este artículo, que consiste en argumentar la importancia de las redes sociales para el crecimiento de los organismos deportivos.

Las redes sociales humanas no son un invento que llegó con el creador de Facebook, son una realidad que en la historia de la humanidad han tenido impacto real sobre la manera cómo vivimos, cómo hablamos, la manera de relacionarnos con otras personas, incluso la manera de pensar.

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Los seis grados de separación, teoría propuesta por el húngaro Frigyes Karinthy, (1920) no pierde vigencia y aunque décadas después fue comprobada por una serie de sociólogos norteamericanos y disminuida por el poder de la era digital, representa todavía en estos tiempos una oportunidad inalienable para cualquier empresa.

Los seis grados de separación traducidos al entorno deportivo indican que un Club A de Colombia, para comunicarse con un Club B de Argentina y juntos desarrollar una estrategia binacional alrededor del deporte, deben superar un promedio de seis pasos, representados por personas.

Con la llegada de Facebook, como medio social de comunicación e interacción, estos seis pasos se podrían reducir a menos, lo que permite que los organismos deportivos tengan una amplia oferta en el relacionamiento con sus similares en el mundo. Luego, si Facebook no existiera, los clubes tendrían de la misma manera, la oportunidad de aliarse entre sí para lograr dinámicas en conjunto.

Foto / Pablo Bohórquez

Escalado al panorama del Eje Cafetero, la región tiene cerca de 700 clubes deportivos, tanto de disciplinas de deportes individuales, como de conjunto. Una gama de alternativas para el trabajo en comunión, el trabajo a través de las redes sociales que para este caso no necesariamente son digitales, es ahí donde cobra fuerza el libro Branding Yourself, de Erik Deckers y Kyle Lacy, (2012), donde estas nuevas plataformas como Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn se les denomina medios sociales y no redes sociales. Las redes sobrevienen del uso de estos medios.

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Es decir las redes sociales humanan pueden llegar a impactar más que los medios sociales digitales si conoce de su importancia, de su capacidad. Traducido a la práctica, podemos observar el ejemplo de los clubes de Atletismo de Caldas, Quindío y Risaralda, cuyo relacionamiento se originó a través de las redes sociales antes, durante y después de las competencias, muchas de estas, siendo carreras atléticas en las principales ciudades. Escenarios donde con frecuencia las redes sociales del deporte lucen su dinamismo.

Ahora tres clubes del Eje Cafetero pretenden trabajar por objetivos conjuntos, donde el club A, club B y club C tienen un propósito común para el 2019. Este ejemplo se podría repetir con tres disciplinas. Baloncesto, el Club Raptors ha encontrado en la organización de campeonatos locales una oportunidad de relacionamiento con otros clubes, motivando su participación en torneos, lo que genera para sí un impacto en su promoción y la oferta de servicios que presta; pero ojo indirectamente, para los clubes participantes también.  Todo esto da cuenta del impacto de las redes sociales.

En el caso de la promoción, los relacionamientos pueden encajar muy bien en las pretensiones de crecimiento y desarrollo de los organismos deportivos. Dos o tres clubes que se unen para desarrollar un evento deportivo, se pueden unir para emprender una metodología de entrenamiento deportivo en conjunto que termina beneficiado a otras redes, en este caso la compuesta por los deportistas y sus familias, llevando siempre el mensaje del voz a voz, el posicionamiento de marca, terminando en la exposición de lo que hacen las organizaciones con su respectivo valor agregado.

Así pues, el concepto de redes sociales en el deporte, algo inexplorado en la región cafetera, empieza a tener sentido. A su vez, reorientando el enfoque sobre las plataformas digitales. Estoy seguro que esperabas tips para el uso de Facebook, Twitter e Instagram, pero no, las redes sociales tienen mucho más para ofrecernos.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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