Las lágrimas de nuestros deportistas
Las lágrimas de nuestros deportistas
Andrés Rey mostró en la Asamblea Departamental que detrás de cada atleta hay un hombre soñador, dispuesto a todo por representar a un país, que detrás de cada medalla existe una historia, y es precisamente la historia de cada deportista la que les permite abrazar el podio en una competencia.
Por. Carlos A. Marín
Después de ver el video en el que se muestra al luchador Andrés Rey entre lágrimas, intentando explicar el deseo por representar al país, me entró una agobiante nostalgia que no solo tiene que ver con las dificultades que padecen los cientos de miles de jóvenes dedicados a la competencia deportiva en Colombia, también con el respeto que les debemos a quienes se levantan cada mañana soñando con dejar en alto el nombre de nuestro país.
En el trajín del día a día cubriendo el deporte recreativo, formativo y competitivo, parece que se nos olvida registrar el deseo humano de quien está disputando un puesto de privilegio al interior de un evento. Sin notarlo, obviamos la sensibilidad del deportista, luego terminamos en un ingrato proceso que lo convierte en un valor de marca para la disciplina, departamento, país, o continente. Pero, ¿nos hemos detenido a pensar en la persona que hay detrás de cada deportista?, ¿Y si no llegó primero, sino octavo?, ¿Y si durante la competencia se debió retirar?
Andrés Rey no solo representó al deporte risaraldense, lo hizo por el deporte nacional. Para beneficio de él, y de quienes por esta época atraviesan las mismas dificultades, la crítica caló en otras ciudades del país, entre ellas Bogotá. Desde la capital colombiana pudieron ver a un hombre deseoso de triunfo, de llevar los colores patrios a otras latitudes.
¿Qué pasa en Risaralda?
¿Qué pasa en Risaralda?, me preguntaron desde la capital. – Al parecer un proceso de logística, respondí. La persona al otro lado, me dijo: ¡Pobre muchacho!, se le nota el deseo de participar.
El registro audiovisual fue tan impactante que desprendió diversos comentarios no solo en Risaralda, a nivel nacional, porque no fue Andrés Rey quien habló en la Asamblea Departamental, sino el hombre que hay detrás de esa figura deportiva que representa.
Desde que decidí incursionar en el entorno deportivo, puedo decir que nunca he visto a un competidor desprenderse de sus raíces en una final, sobre la meta, o cuando debe por obligación o necesidad abandonar una competencia. Eso mismo nos demostró Rey, que no solo en el podio se llora de alegría, se puede llorar de tristeza en el camino que implica llegar hasta un lugar a representar a Colombia.
Sin dudas detrás de cada medalla hay un recorrido marcado con huellas de sacrifico, que al final nos dejarán siempre en la profunda reflexión, de cuánto están ofreciendo nuestros deportistas por sobresalir más allá de las fronteras.