La calle, una escuela para el periodismo deportivo

Carlos Marín / Periodista Deportivo

Es ahí donde surgen las historias sin editar, es el camino por recorrer en esa labor que emprende el periodista para  encontrar los detalles que se convierten en información para la audiencia; la calle, esa escuela que diferencia la teoría de la realidad en el oficio. 

La academia se ha hecho responsable de profesionalizar el ejercicio periodístico, una labor que se cree en el periodismo de vanguardia, compromete el amor del ciudadano por el deseo de informar veraz, ética y oportunamente. Han sido los diferentes programas académicos de periodismo en América Latina, los responsables de orientar los principios básicos del quehacer por más cerca de 30 años en la región.

En esa línea del aprendizaje, aparece la práctica como factor fundamental en la construcción de un concepto más acertado sobre lo que implica hacer periodismo, en todos sus enfoques o especializaciones. La práctica vista desde la acción, pues se aprende a hacer periodismo, haciéndolo, así como el deportista aprende a competir, en competencia.

El periodismo deportivo requiere de esos valores en tiempos donde las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones invitan a generar otros hábitos en la búsqueda de la información. Las entrevistas vía Whatsapp, las vídeo-llamadas, los correos electrónicos, sin duda son canales que han facilitado el trabajo de los comunicadores; pero es necesario saber cómo utilizar estas herramientas, y entender que reducir su uso también tendrá más y mejores beneficios que se verán reflejados en la producción de la información.

Foto / Carlos Marín

Las entrevistas por Whatsapp han convertido la relación entrevistador- entrevistado, periodista – personaje, en una historia disímil que poco favorece a la audiencia, los elementos esenciales que se requieren para realizar una entrevista se pierden cuando se recurre a estas herramientas, porque el periodista no puede observar a quien entrevista, no puede oler, no puede percatarse de su reacción ante cualquier pregunta; incluso no puede tener certeza, si quien responde del otro lado es la fuente directa o si las respuestas están siendo manipuladas, esto mismo pasa por correo electrónico.

Es por eso que la calle se hace indispensable, salir al contacto con la fuente, entender su dinámica, dónde se desenvuelve, cómo habla, cuál es su lenguaje, todo esto ofrecerá al comunicador más detalles para elaborar un artículo del género que requiera, pero siempre teniendo a la mano la primera mirada, su mirada.

Lo mismo ocurre en la labor del periodista deportivo en el desarrollo de sus funciones. Es menester que se interprete que el cubrimiento en tiempo real es la materia prima de toda producción informativa, que estar en el momento donde y cuando ocurren los hechos, le permitirán al informador tener cerca detalles que se convertirán más que aportes para la noticia, en conocimiento de una situación determinada, sin que esto tenga que aludir al concepto de la verdad, pues el periodismo en un ejercicio de interpretación de los hechos, y no una fotografía digital, que en ese caso, no tendría movimiento ni sonido.

La calle ofrece criterio, percepciones, interpretaciones. Es por eso que en este artículo invito a los periodistas jóvenes de la región a salir, a redescubrir la importancia que tiene el deporte para el Eje Cafetero, todo contado desde los ecosistemas y las acciones que atañen al deporte: deportistas, dirigentes deportivos, escenarios deportivos, funcionarios públicos, eventos deportivos, comunidades y las ciudades en general; donde sin duda encontrarán historias, que es todo lo que requiere el periodista para ser feliz.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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