Jhosep Santiago Mosquera: el fútbol es su pasión pasión inquebrantable

Foto/Suministrada. Fuente: Archivo del jugador

Hay lugares donde los sueños parecen inalcanzables, pero la determinación de quienes anhelan convertirlos en realidad los impulsa a buscar nuevos horizontes. Se marchan con gratitud por lo vivido, pero con la convicción de que, en algún rincón del mundo, encontrarán el camino para construir sus objetivos, incluso si eso implica forjar su propio sendero.

Esta es la historia de Jhosep Santiago Mosquera, un joven de 15 años nacido en San José del Palmar, un pueblo chocoano de 4.800 habitantes, a once horas de Cartago.

De esta región, cuna de talentos y promesas deportivas, han emergido innumerables historias de superación. Allí comenzó la vida deportiva de este «palmareño», quien desde pequeño salió de allí con su madre en busca de nuevas oportunidades laborales para ella.

Desde que tiene memoria, Jhosep ha practicado una variedad de deportes: tenis, baloncesto y natación, donde dominó todos los estilos.

Aunque su madre, Lorena Cardona, le dio a elegir entre el deporte y la música, él siempre prefirió correr tras el balón antes que escuchar la dulce melodía de los instrumentos. Esta decisión, que no fue del agrado de su progenitora, la llevó a inscribirlo en otros deportes como el BMX, disciplina en la que compitió durante casi tres años, acumulando títulos regionales y nacionales. Sin embargo, el joven Mosquera sentía que algo le faltaba.

Foto/archivo del jugador

Fue entonces cuando le propuso a su madre un trato: si clasificaba al mundial de BMX, ella le permitiría dedicarse al fútbol. Lorena, quizás escéptica o convencida, aceptó la propuesta, y así fue como Jhosep finalmente pudo empezar a jugar fútbol.

A partir de ese momento, su único objetivo fue encontrar un lugar donde jugar. Se inscribió en el club Comfandi, donde el profesor Eduardo Cataño; asombrado por su destreza con el balón y su excelente estado físico, le preguntó en qué clubes había jugado, incrédulo de que fuera su primera vez. Tan solo un mes después, Jhosep ya estaba compitiendo en el prestigioso Pony Fútbol. Entre 2021 y 2023, formó parte de las inferiores del Deportivo Pereira, donde el entrenador Daniel Marín no dudó en darle una oportunidad, la cual no defraudó, contribuyendo a la obtención de dos campeonatos.

En el campo de juego, Jhosep es una fuerza de la naturaleza. Su habilidad, velocidad, inteligencia y destreza le permiten brillar donde lo pongan, adaptándose con una facilidad asombrosa. Pero más allá de sus cualidades técnicas, lo que realmente lo distingue es esa «hiperactividad futbolística» que lo impulsa a moverse sin cesar, a sentir cada minuto como si fuera el último, porque él no solo juega fútbol; él respira fútbol, lo siente en las fibras más profundas de su alma, un amor puro y sincero que lo consume.

Una prueba de su pasión por el balompié, es la rutina diaria de viajar desde Cartago para entrenar en Pereira. Para él, esta distancia no es un obstáculo, sino un impulso para ser más rápido, madrugador y ahorrador, ya que destina sus recursos a costear los viajes.

Foto/archivo del jugador

Su talento lo ha llevado a participar en campus de equipos europeos como el Espanyol y el Levante en Bogotá, y a jugar con las escuelas del Barca Academy en República Dominicana. Actualmente, se encuentra bajo las órdenes del entrenador Jhon Fredy Palacios.

En 2024, con tan solo 14 años, Jhosep tuvo la oportunidad de jugar algunos minutos en el torneo de mayores, ganándose rápidamente un puesto en el equipo.

Este año, ha sido un pilar fundamental, apoyando las categorías sub-15, sub-17, sub-19 y sub-20, adaptándose con facilidad a los distintos ritmos. Además, su equipo resultó campeón, y ahora representa a la selección Risaralda sub-19 en el torneo de la Dimayor.

Jhosep siente una profunda gratitud por su familia, especialmente por su tía Maríah del Mar Aguilar, quien lo acompaña incondicionalmente a los entrenamientos, animándolo y orientándolo. Para ella, esas «mojadas» en la cancha son la clara muestra del amor y el cariño que Jhosep se ha ganado con su obediencia y humildad.

“El fútbol para mí es mi estilo de vida, es todo. Desde que me levanto, pienso y vivo para el fútbol, y todo lo que hago es con miras a convertirme en un jugador profesional, ser un referente a nivel global, ser fuente de inspiración. Y, por trillado que parezca, la constancia y la disciplina son la base del éxito. Considero, que, si continúo trabajando de manera responsable, estudiando, aceptando mis errores y corrigiendo mis debilidades, podré lograr lo que quiero. Esas son mis metas”, afirma Jhosep.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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