Estadio y Coliseo de Combates llenos, pero de agua…

 

Estadio y Coliseo de Combates llenos, pero de agua…

Foto / Suministrada. Coliseo Menor de Pereira.

Los escenarios deportivos en Pereira otra vez son noticia, y no precisamente porque estén llenos de espectadores. Por el contrario, están llenos de agua y deteriorados.

Son promesas frecuentes en la voz de los dirigentes políticos la idea de nuevos escenarios deportivos para la región; sin embargo, las locaciones tradicionales no reciben atención.

El clima ha sido inclemente con ellos, los vendavales y aguaceros no tienen piedad, mientras tanto los responsables por el cuidado de estas casas del deporte parecieran hacerse los de la vista gorda.

No podemos desconocer que, ante las prioridades municipales, existan situaciones que ameriten mayor atención. Especialmente aquellas relacionadas con inundaciones de barrios, derrumbes en carreteras o las propias contingencias que ponen a prueba a los órganos de socorro y oficinas de infraestructura. Sin embargo, el tiempo que no se detiene, pasa y pasa, y las acciones preventivas y correctivas en los escenarios deportivos no se ven.

Foto / Pablo Bohórquez. Daños que quedaron en la entrada del parqueadero de la Cancha Sintética de la Corporación.

Más de dos años lleva este medio de comunicación evidenciando y mostrando a concejales, a secretarios de deporte y recreación y a los mismos alcaldes del Eje Cafetero, el deterioro al que se ven sometidos los escenarios deportivos. Ahora, la lluvia arremete de nuevo contra ellos y los más afectados, como siempre, son los deportistas que tendrán que ver suspendidas sus prácticas y hasta los torneos de competencia.

Por favor, señor Alcalde y señor Secretario de Deporte y Recreación de Pereira, ¿hasta cuándo tendremos un Coliseo Mayor abandonado, un Coliseo Menor destechado, una pista de atletismo inexistente, un Coliseo de Combates inundado, un Velódromo sin pista y un Estadio desolado?

Esto sin mencionar los parques que requieren atención en los sectores más populares.

Rogamos porque su gestión no se despida con la sensación de que los deportistas no merecieron algo más que pintura para unas graderías en las piscinas de la Villa Olímpica, unas iluminarias en las mismas piscinas de la Villa Olímpica, el mejoramiento de las baterías sanitarias en las mismas piscinas de la querida y amada Villa Olímpica, y ahora la promesa de un gimnasio de clavados, en el mismo escenario; cuando lo que realmente se necesita son más piscinas olímpicas.

Está bien, no es para ya, porque los recursos quizá estén sometidos a la Ley de Garantías, pero es necesario que los mismos ingresen en la lista de prioridades y que cuando menos, llegue la atención sobre la necesidades reales, y no sobre las fachadas que estéticamente llaman la atención, pero que en su funcionalidad se quedan cortos y limitados.

Para los escenarios deportivos que se caen a pedazos, esperamos acciones reales y consecuentes.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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