El periodismo deportivo empieza a tener deuda latente con los deportistas

Foto/Web

Por estos días se ha publicado bastante sobre este oficio, sobre cómo algunos periodistas cuestionan el rendimiento de los atletas, y cómo los deportistas se defienden ante señalamientos aparentemente injustos.

En esta coyuntura, es importante ahondar en una reflexión la cual indica que el periodista deportivo no es el protagonista en las historias que se narran; el comunicador es una pieza que está allí para asumir la responsabilidad de unir los detalles que le dan vida a una historia y presentarlos a la audiencia en un formato determinado.

El periodista está llamado a entrar en el contexto de la noticia, y es su obligación además, aparecer en otros contextos donde su trabajo dilucide mejor lo que pasa en el mundo deportivo.
La discusión entre Ricardo Orrego (Noticias Caracol) y Miguel Ángel López (Ciclista boyacense), es un ejemplo que da luces de lo que podría ser la realidad en el deporte nacional.

El comunicador con especialidad en deportes, sigue sin entender que su papel más allá de contar las historias, está en generar un ambiente que propicie la interpretación, eso sucede cuando se narra la historia tal cual sucede, sin nombres propios, ni afán de protagonismos, aludiendo específicamente a este caso.

Luego, la relación que se teje entre el periodismo deportivo y el deporte en Colombia se torna cada vez más distante, toda vez que el primero no está entendiendo las dinámicas del segundo. El deporte en el país está creciendo a nivel del ato rendimiento, y con esto, llegan nuevas dinámicas que invitan a que este oficio debe prepararse para encontrar el punto de equilibrio entre ambas partes.

Como el periodismo cultural, el periodismo económico, el periodismo de salud e incluso el periodismo político; el periodismo deportivo tiene que capacitarse para tener lecturas más profundas sobre lo que ocurre en el país. Si bien en deporte de alto rendimiento está creciendo, ¿qué pasa con aquello que no es del alto rendimiento?

La latente necesidad de cualificación en el personal que trabaja inmerso en el mundo deportivo lationamericano, incluye también a la prensa. Con esto no se pretende hacer un juzgamiento sobre la profesión, que ha sido cómplice de los históricos relatos que han enaltecido el deporte nacional; sin embargo sí, un llamado de atención para seguir contribuyendo a un alto nivel, en ese crecimiento que presenta este sector en Colombia y en algunos países de la región.

Es responsabilidad del periodismo deportivo esclarecer las realidades locales, sin desatender las narraciones de grandes apuestas a nivel internacional. Es responsabilidad del periodismo fomentar procesos de investigación en el campo deportivo, procurar por la interpretación detallada de las lecturas que en cada uno de los 32 departamentos se tiene sobre el deporte; y más importante aún, discurrir en las intenciones que a futuro recaen desde la política nacional en la vida del deportista niño, el deportista adolescente, el deportista joven, el deportista adulto, y la deportista mujer en todas sus etapas de crecimiento y desarrollo individual y colectivo.

Mientras un amplio sector del periodismo se siga ocupando de los relatos en el fútbol el ciclismo, el tenis, deportes que acaparan la agenda y el quehacer del oficio, el deporte no contará con un cómplice de peso que invierta esfuerzos en convertir a este sector en un verdadero aliado para la paz y el desarrollo loable de un país mejor.

Las discusiones sobre el rendimiento individual de un atleta, deben pasar a un segundo plano, para analizar procesos completos, y así, solo así demostrar la valía que tiene el periodismo deportivo, en relación a otras especialidades de este oficio.

“Unidos somos más. Más deporte, más región”

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