El hincha del fútbol sigue siendo cliente y hay que pensar en él
Foto / Red Tano al Aire/ Artillería Verde Sur, Lobo Sur Pereira y Holocausto Norte, barras que viajan acompañar a sus equipos de manera constante.
Los viajes, las excursiones, el acompañamiento y el apoyo que en general los aficionados les brindan a los equipos, terminan aportando reflexiones profundas sobre qué tanto los clubes están retribuyendo a esas evidencias de fidelidad.
Este domingo Deportes Quindío venció 2-0 a Tigres en condición de visitante, donde nuevamente se vio el respaldo del hincha cafetero. Al Metropolitano de Techo de Bogotá asistieron unos 45 aficionados que llegaron desde Armenia para presenciar la fecha 10 del Torneo Águila II 2019.
Visto desde el mercadeo, un hincha representa un cliente para Deportes Quindío, o en el caso regional, para Deportivo Pereira y Once Caldas, equipos profesionales de la zona. Pero estos, ¿cómo están apreciando estos gestos?
Es cierto que Deportivo Pereira volvió a llenar el estadio Hernán Ramírez Villegas en la final del Torneo Águila I 2019, 33.000 almas que no regresarán a menos que la competencia y el espectáculo lo refiera. Luego, cuando se trasciende al análisis, es necesario resaltar que esto dejó consigo una sensación de satisfacción en el cliente y el número de espectadores que hoy asisten a los partidos de la fase regular en el Torneo Águila II, superando los 4000. Algo impensado hace dos años para las mismas instancias.
El cuadro Matecaña continúa haciendo mercadeo, fijando números y observando desde la estrategia, cómo hace para responderle al hincha. Puede equivocarse, como ocurrió con el partido por cuartos de final de la Copa Águila, ante Deportivo Pasto, cobrando boletería a un precio de Liga Águila; pero hay que aceptarlo, de los tres elencos del Eje Cafetero, el plantel que más parece pensar en el aficionado en el presente, de acuerdo a sus campañas y promociones, es el matecaña.
El buen semestre del Deportes Quindío no queda atrás. Los seguidores del plantel se las arreglan para llegar a diferentes plazas del país, y aunque no han tenido ocasión de llenar su estadio, como ocurrió en el segundo semestre del 2014 con el Torneo Postobón, es de las pocas hinchadas del país a la que le adeudan reacción por parte de los equipos.
Deportes Quindío es un club frío de puertas hacia adentro, parece no tener alma y no pensar en quienes acompañan en cada jornada ni de local ni de visitante. Las estrategias de acercamiento con los clientes salen de iniciativas de los propios aficionados, y poco es lo que se acude a la comunicación y al relacionamiento para potenciar esos lazos.
Se vuelven cómplices del silencio quienes se desplazan durante horas en carretera para ver jugar al milagroso, aún cuando estos gestos no son tan apreciados por la dirigencia, ni siquiera conocidos. Esa relación empresa-cliente, la han perdido desde la administración del onceno cuyabro.
Once Caldas, único militante en la primera división, tiene todo para lograr un nivel mayor de identificación entre los caldenses. Son escasas las crisis que ha vivido, pero se empeña en sostener una relación parca con los manizaleños, como si estos fueran clientes sin conocimiento. Valiéndose del rédito histórico, del cariño que los habitantes de este departamento tienen a la casa blanca.
La divisa, pese a su Copa Libertadores en el 2004, se suma al Deportes Quindío en esa mirada que apunta a que si el hincha quiere asistir, que asista. Pocas son las campañas, las estrategias a veces funcionan y por temporadas salen a relucir dificultades en la logística y hasta problemas para los abonados. No es una institución que tenga claro la importancia del hincha como cliente, luego, desconoce cómo potenciar su relación con él.
Después de todo, un hincha bien apreciado, entenderá que aunque el tiempo traiga dificultades, él deberá acompañar de local o visitante a esa pasión llamada fútbol.
