El estadio Hernán Ramírez Villegas es de los pereiranos, ¡Hay que cuidarlo!
Sin sorpresa se observa cómo el estadio Hernán Ramírez Villegas, en su costado occidental, sufre el deterioro, un mal que atenta contra la estética, el uso y disfrute del lugar.
El estadio Hernán Ramírez Villegas es víctima del poco cuidado, de la escasa inversión, y del deterioro natural y en algunas zonas provocado por las personas que hacen uso, lo frecuentan y recurren a él para las actividades; además por la filtración de agua producto del daño del techo, que justamente por estos días se está arreglando.
Urge una campaña y seguramente desde este medio de comunicación con amplio sentido social se liderará, para cuidar más el máximo escenario de los risaraldenses.
La cubierta de los bancos se encuentra deteriorada, la silletería empieza a verse afectada con los años, sin que exista rastro de un sorbo de pintura en las mismas. ¿No hay mantenimiento preventivo?
Seguramente sí, y la Corporación Deportiva de Pereira, Cordep, se las tiene que arreglar para sostener el buen funcionamiento del lugar que incluye servicio de energía en oficinas, agua, baterías sanitarias, sistema de sonido, suministro eléctrico en los partidos y espectáculos públicos. Sin embargo no están alcanzando los recursos para el mantenimiento de todo el lugar y así evitar llegar hasta la recuperación total de las piezas que se están dañando.
La toma de consciencia en el mantenimiento preventivo permitirá que los lugares comunes de los pereiranos se vean mejor; pero ojo, esto no sólo compromete a los administradores del escenario, invita a que quienes lo alquilan, sepan apreciar el sitio por la importancia que tiene para el deporte y para otros ciudadanos.
Duele ver la zona de prensa en la tribuna occidental alta, en estado de deterioro, el lugar que marca la diferencia con otros estadios de Colombia, porque el Hernán Ramírez Villegas es de los pocos estadios del país que cuenta con zona habilitada en la parte superior para que los periodistas puedan realizar su trabajo. El deterioro es producto del tiempo y también del agua que época de lluvias ha caído, filtraciones que siguen derecho hacía los muebles hasta que no se arregle el daño. No hay nadie alguien que invite a usar un plástico mientras se culmina la obra.
Los años, ocho desde que se remodeló (2011) el monumental, indican que es necesario un mantenimiento preventivo, más allá de del arreglo en la cubierta principal.
El tapete azul seguramente necesitará ser reemplazado, o en su defecto, ajustado con retazos para que el lugar donde antes funcionaba la pista de Atletismo, no se vea en desperfecto.
El Olímpico Hernán Ramírez Villegas, que abrió en 1971 merece ser cuidado, merece ser valorado y respetado, primero por los administradores, segundo por los usuarios y por supuesto por los deportistas que son los principales beneficiados a la hora de desarrollar sus actividades en el sitio.
Como conclusión, el buen estado de los escenarios deportivos de Pereira y la región es responsabilidad de todos.
¡El Eje nos mueve, cuidemos los escenarios!