El deporte es un factor protector frente al consumo de drogas en el mundo
Foto / Pablo Bohórquez
Frente al incremento que representa el consumo de drogas en los últimos diez años, el Informe Mundial de Drogas 2019 publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito – UNODOC -, determinó un crecimiento del 30% en el número de personas que consumen drogas a nivel mundial.
Una cifra relevante que llama a la preocupación no solo por el dato, si no también porque para el caso de América del Sur sigue siendo cannabis la sustancia que marca mayor consumo, especialmente en población que se encuentra entre los 15 y los 64 años de edad.
Para el caso de Colombia, el informe reafirma el incremento de la producción de cocaína, siendo del 70% dicha producción a nivel mundial y pese a los esfuerzos del anterior gobierno por reducir el cultivo y aumentar la erradicación del arbusto de coca. Pero no lo es todo, también aumenta la preocupación por el consumo de metanfetaminas, heroina, otras drogas inyectables y las nefastas consecuencias sociales, de salud y por ende de morbilidad y mortalidad en la población.
Ratifica el Informe Mundial de Drogas 2019, la necesaria disposición de políticas y acciones estratégicas que contribuyan con ampliar la prevención del consumo de estas sustancias y en fortalecer los factores de protección y minimizar lo de riesgo relacionados con las personas y sus entornos, teniendo conocimiento sobre la influencia de las condiciones socioeconómicas en que vive la población.
Un panorama no muy halagador entrega dicho informe, frente a una realidad que desborda la respuesta institucional y la capacidad del sector oficial para controlar el flagelo y disminuir la cifras. Sin embargo, el deporte y la ampliación de la oferta de servicios relacionados con la promoción de la actividad física, aparecen como grandes aliados para la prevención y mitigación del riesgo de consumo.
Se parte de la comprensión en la cual el deporte y la actividad física constituyen una oportunidad para incrementar los niveles de autoestima, mayor capacidad para enfrentar situaciones de estrés, mejorar el rendimiento en los estudios y contribuir con un mejor relacionamiento social y familiar. El deporte y la actividad física hacen parte de esa gama de alternativas que junto con el arte ofrecen más oportunidad.
Ahora que el incremento de producción y consumo de drogas es evidente, también se hace más que necesario ampliar la oferta de servicios en deporte y la actividad física, no solamente como una política territorial o nacional, si no también como políticas institucionales al nivel de las empresas, los establecimientos educativos y las mismas comunidades de ciudadanos que tienen intereses en común.
