Edwin Movil, el costeño que le entregó el corazón a Deportivo Pereira
Edwin Movil, el costeño que le entregó el corazón a Deportivo Pereira
El hombre que se ha robado la admiración en los últimos partidos del cuadro pereirano desprende de su interior el sueño de llegar a la máxima categoría, dice que no se quiere ir sin celebrar con el ‘Matecña’.
Por: Carlos A. Marín
El jovencito de la ciudadela 20 de Julio de Barranquilla jamás pensó en debutar en el interior del país, pese a que sus amigos lo indagaban y le preguntaron por mucho tiempo por qué no se inició en el cuadro ‘Tuburón’, Movil fue consciente que las opciones eran escasas en su tierra por ser tan joven.
Jugó de ‘pelao’ en Academia Fútbol Club, después tuvo la oportunidad de estar preselecciones Atlántico donde compartió con Anthony Tapia y Víctor Vargas, futbolistas que luego figuraron con el Junior.
Su padre, el señor Freddy Movil, siempre estuvo ahí para darle pedal a los sueños de su hijo, se rebuscaba $ 2.000 y $ 3.000 pesos para que Edwin fuera a entrenar. “Gracias a mí padre fue que llegué a ser profesional, y gracias a Alex, una persona que ya está en el cielo, siempre lo tengo presente porque me decía que era buen jugador, lastimosamente tuvo un accidente en la empresa y falleció”, refirió.
Con Atlántico quedó campeón en un zonal en Medellín, título que le sirvió para ser llamado por el profesor Guillermo ‘Chiqui’ Londoño para que llegara al Once Caldas. Movil no lo pensó dos veces, arribó al interior del país.
Estando en blanco de Manizales debutó a los 16 años en un encuentro por Copa Mustang frente a Deportes Quindío, “Recuerdo que el profesor Luis Fernando Montoya, me dice que entre a la cancha y haga lo que sé hacer, me dijo que entrara por Sergio Galván Rey… recuerdo que me hicieron un cambio de frente y se me pasó el balón, pero tenía a varios jugadores profesionales que me querían mucho y que me apoyaban, entonces me dijeron que la pidiera otra vez… aprovechó para darle un mensaje de agradecimiento al profesor Montoya”, explicó.
Estando con el plantel manizalita gozó de una nueva convocatoria a la Selección Colombia Sub 17, donde jugó un campeonato Suramericano en Bolivia, y fue llamado para el Mundial de Finlandia, experiencia que le aumentó su nivel como joven futbolista.
En el 2004, el juvenil se dio el lujo que muchos jugadores no se han dado hasta ahora, poder coronarse campeón de América. Aquella campaña inolvidable del rival por tradición del Deportivo Pereira, lo llevó a ser el mejor equipo del continente.
“No hay palabras para explicar eso, no sabíamos de dónde salía tanta gente, Manizales es pequeño y la gente salía de todo lado a celebrar, es muy bonito, es un orgullo haber estado con grandes jugadores como Arnulfo Valentierra, Sergio Galván, Elkin Soto, el mismo Jonathan Fabro; aprendí mucho de ellos y por eso tan joven demostré mi experiencia, creo que todavía soy un jugador joven que puede dar mucho”, comentó.
Aunque no fue el Once Caldas el equipo que lo hizo visible en el balompié nacional, estuvo en la capital caldense hasta 2006, después pasó a Boyacá Chicó donde trabajó hasta 2009.
En la campaña de Alberto Gamero en el 2008 el ‘Ejedrezado’ le daría lo necesario a Movil para mostrar su talento.
En Tunja, Chicó logró su primera estrella en el Torneo Apertura de ese año. El partido final lo disputó contra el América de Adrián Ramos, el arquero uruguayo Adrián Berbia y el defensa Pablo Armero.
En el Chicó estaban jugadores como Miguel Caneo, de buen pie, y quien convirtió el gol del empate para el boyacense en aquella final, con el 1-1 se fueron a los cobros desde los 12 pasos, siendo el representativo de Tunja el más concentrado en los disparos, 4-2 quedó y por ende Edwin Movil pudo celebrar con los suyos otro campeonato más en su carrera.
Ese campeonato llevó a Boyacá Chicó a la Copa Libertadores 2009, en ese barco estaba el jovencito del 20 de Julio; sin embargo el plantel no hizo buena campaña en el evento continental, pero el mediocampista pudo llegar al fútbol argentino gracias al profesor Omar Labruna, que se lo llevó al Belgrano de Córdoba. Su actuación en el sur fue elogiada por los argentinos, en varios compromisos en la primera B nacional le corearon ‘Colombiano, Colombiano’. “Complicado el fútbol argentino, hay que correr y meter bastante, lastimosamente llegó otro técnico después y no tuve la oportunidad de continuar”, aludió Movil.
Un año y medio después regresó a Colombia, volvió a Chicó dueño de sus derechos deportivos, “Seguí trabajando en Chicó hasta 2013, y después me fui para el Cúcuta, hasta que en 2016 se me dio la oportunidad de llegar a Deportivo Pereira.
Edwin Movil como muchos otros jugadores del actual plantel se muestran agradecidos con Duván Vásquez, dicen que les ha dado la oportunidad de volver a mostrar su talento en el fútbol profesional.
“Llegué en agosto a Pereira, callado y pensando que era difícil ganarme la posición; con esa mentalidad entré para trabajar duro y ganarme las cosas”, dijo, también expresó que fue difícil pasar por la lesión de meniscos; pero que ahora se encuentra: “Más dinámico, con más ganas y agradecido con la gente de Pereira porque ven el esfuerzo que uno hace día a adía”.
El futbolista de 31 años ahora piensa en el conseguir lo que todo el mundo en la ciudad quiere, el ascenso, considera que hacer historia en un club también es una satisfacción personal, un premio que cualquier deportista busca.
En cuanto a su lado familiar, reconoce que ha sido fundamental encontrar en los suyos el soporte y el apoyo necesario en los momentos difíciles, como por ejemplo la lesión que recién superó. “Tengo un hijo en Manizales, Maicon Esteban, de ocho años, le puse el nombre por el jugador bralisero, ojalá vea esta nota que lo amo mucho y que lo extraño mucho… Aquí en Pereira vivo con mi señora Diana Ceballos y con Sara Sofía, mi otra hija, a quienes amo con todo mi corazón, además el hijo de mi compañera, Sebastián con quien juego play, él sabe que lo quiero mucho”, dijo el jugador.
Edwin Movil finalmente acepta que el fútbol no es su único hobby, también se siente atraído por el béisbol, deporte de bastante arraigo en la Costa Atlántica, conoce los detalles técnicos y cuando puede disfrutar los partidos por televisión lo hace. «Cuando Edgar Rentería estaba veía mucho los Marlins de la Florida«.
El mediocampista no se pudo despedir sin antes agradecerle al hincha pereirano, “Los hinchas pereiranos saben de fútbol, como se dice, ellos no son guevones, saben quién juega bien a la pelota y quien se esmera por sudar la camiseta, agradezco que me tengan aprecio”, finalizó.