Duván Carvajal: el silencioso entrenador que forja campeones en la halterofilia colombiana
Fotos/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos
En halterofilia y como en otros disciplinas, cuando los deportistas obtienen una medalla, todas las miradas y elogios se centran en su hazaña, y por allá al lado, lejos de la multitud y en silencio, el promotor de ese logro mira con felicidad el resultado de su trabajo.
Porque son ellos, los entrenadores, quienes dedican horas, días y noches a planificar sus estrategias y metodologías de enseñanza deportiva, sacrificando su tiempo, su familia y hasta su nombre, para que sus pupilos lleguen a lo más alto de su carrera deportiva y así saber que no fue en vano tanta preparación física y emocional para darle un triunfo a su tierra.
Entre estos protagonistas silenciosos, encontramos a un hombre de 39 años, quien tiene a cuestas la responsabilidad de preparar a los atletas que participan en torneos internacionales con miras a dejar en alto el nivel deportivo del país.
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Duván Alfonso Carvajal, seleccionador de la halterofilia en Colombia, es de esos atletas que siempre ha mirado con optimismo los retos de la vida, algo que aprendió desde niño porque su familia vivió en los tres departamentos del Eje Cafetero. Esto le permitió conocer la variedad deportiva y cultural de la región. Nació en Anserma, pero estudió primaria y bachillerato en la Institución Educativa Hernando Vélez Marulanda, de Pereira, donde participó en los Intercolegiados con voleibol, atletismo y hasta fútbol de salón, donde fue el portero aunque con poca fortuna, porque salieron goleados.
Lejos de pensar dónde terminaría su afición por el deporte, por allá en el 2001, después de jugarse un partido en la cancha de la 38 con 10 en Pereira, contiguo a la liga de pesas que por ese entonces celebraba un torneo nacional, sintió curiosidad de ver a aquellos fornidos deportistas levantar casi el doble de su peso y se quedó allí por unas tres horas hasta que se aburrió y se fue.
Pero su curiosidad se convirtió en decisión, y a la semana siguiente averiguó cómo era el ingreso para entrenar. Como el requisito era tener ganas y dedicación, dedicó 4 años al levantamiento de pesas bajo la dirección de Elvis Villalobos, que le dio la formación en la escuela deportiva.
Para el 2005, el joven ansermeño ya había adquirido suficiente destreza para pasar a otra categoría, esta vez bajo la dirección de Luz Adriana Soto y Ricardo Celis, quienes iniciaron el proceso técnico y competitivo del entusiasmado pesista, pero tuvo que abandonar sus prácticas debido a unos problemas de rodilla y espalda que le impidieron avanzar.
Pese a todo, su motivación por el deporte seguía viva, así que en el 2007 tomó la decisión de prestar servicio como atleta en las Fuerzas Militares. Ya para cuando terminó, sus antiguos orientadores y amigos, Luz Adriana y Ricardo, le propusieron un trabajo de monitor en Quinchía y otras localidades de Risaralda, etapa que inició en el 2008.
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Desde entonces, una nueva puerta se abrió para el joven Carvajal, que empezó a estudiar entrenamiento deportivo para los Juegos Nacionales del 2012, y luego de tres años como monitor del programa Polos de Desarrollo en algunos municipios de Risaralda, logró potenciar a deportistas en varias disciplinas como lucha, judo, pesas y atletismo.
Fotos/Jonh Jairo Bonilla
Llegó a Manizales y todo cambió
En un campeonato celebrado en Bogotá conoció a Huber Tulio Aranzales, de la liga de pesas de Caldas, quien le propuso trabajar para el deporte caldense.
Pasado un año pudo iniciar su trabajo en Manizales, justo el 28 de diciembre, cuando nació su primera hija. Duván no quería una inocentada, sino algo seguro y firme; por este motivo firmó contrato y se trasladó a la capital caldense, donde fue recibido con el cariño manizaleño.
Su primer año en Manizales no fue como se imaginaba porque empezó como apoyo logístico en la ciclovía, labor que alternaba como entrenador en un CrossFit. Aún así, las cosas empezaron a ir bien, así que pudo traer a su esposa a vivir la ciudad.
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Su oportunidad como entrenador llegó en el 2015, un año complejo por la situación deportiva del departamento que no pasaba por buen momento, algo que motivó aún más a Duván, pues fijó sus ojos en el colegio Bosques del Norte como semillero del talento deportivo, debido a que siempre lideraba los Juegos Intercolegiados zonales, regionales y nacionales.
Era el momento para poner en práctica lo aprendido, así que, junto a Huber, iniciaron un proceso de enseñanza y aprendizaje con una metodología de entrenamiento, creando situaciones nuevas basadas en cuestionamientos deportivos que empezaron a dar frutos a corto y mediano plazo, porque los buenos resultados nacionales e internacionales a nivel juvenil empezaron a ser visibles.
Llamado por la Federación Nacional de Pesas
Para el 2017 sus logros ya eran conocidos a nivel nacional. Por eso, recibió un llamado del experimentado entrenador, Jaiber Manjarrez, para ser su asistente en el Panamericano Sub-20 de Guayaquil, algo que el profe Carvajal recibió con un corazón dividido; por un lado, el privilegio de estar en sus primeros panamericanos aprendiendo de una eminencia de la halterofilia; y por el otro, la hospitalización de su esposa, quien daría a luz a su segundo hijo, pero ya no había marcha atrás, y gracias a Dios, pudo conocerlo unos días después.
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Su segundo llamado fue de asistente técnico del entrenador olímpico Oswaldo Pinilla en los Juegos Suramericanos de Cochabamba, Bolivia, donde Colombia se colgó seis oros en Levantamiento de Pesas con Yenny Sinisterra, Carlos Berna, John Jairo Serna, Jackeline Heredia, Mercedes Pérez y Hugo Montes.
“Todo concepto de entrenamiento, cuando da resultado, es bueno y es aplicable; entonces uno comienza a preguntarse qué metodología, qué autor, cómo hago, y uno comienza a construir su propio carácter de entrenador con sus criterios de todo lo que aprende”, dice el entrenador, Duván Alfonso.
Por estos días, cuando se lleva a cabo el Campeonato Nacional de Levantamiento de Pesas, en Manizales, ahí están los ojos del estratega Duván Carvajal, observando a quién puede seleccionar de allí para entrenarlos y catapultarlos como las nuevas promesas del deporte de las pesas.
Algo sí es seguro, es incierto adivinar dónde está el campeón o el nuevo récord del mundo. Por eso, cada elección de un deportista es un desafío hasta para el más experimentado entrenador, ya que la certeza total no existe y solo hay predicciones sobre los alcances de un atleta que ha tenido un proceso deportivo; si gana, él será protagonista; si no, los ojos se volcarán hacia los entrenadores, quienes serán señalados como responsables.
«Unidos somos más. Más deporte, más región»
