Cuando el deporte construye vidas y la indiferencia las acaba
En un país habituado al dolor, la actividad física aparece para sanar las heridas.
En menos de 60 días han partido tres referentes del deporte nacional, tres líderes en sus comunidades. La violencia no determina a quién llevarse y la injusticia aparece para hacer de las suyas, estropeando sueños y a familias enteras.
La más perjudicada al final de la jornada es la memoria colectiva, que sigue llorando ausencias a causa de hechos sin explicación. Y el deporte no escapa, no tiene dónde esconderse, cómo correr, a dónde huir para evadir la situación.
Lucas Caro, Diego Salazar y Leidy Asprilla, tres almas que desde el cielo abogarán por un mejor país, mientras aquí otros tantos se quedan encontrando la explicación del por qué no se ha entendido al deporte como una herramienta para combatir los episodios de sangre e indiferencia.
Esto sucede en una nación que le ha restado méritos a la actividad física, que la ha visto como un gasto en la economía, por eso cada año se intentan minimizar el rubro destinado a tal fin, obviando la condición que tiene, lo poderoso que resulta para construir un país mejor, pero sobre todo, humanos más sensatos con su entorno.
Cuando no son las balas, la abrumadora indiferencia talla hasta el cansancio.
Asprilla, la joven futbolista de Orsomarso que fue encontrada sin vida en el Valle del Cauca, en hechos que todavía para la justicia son confusos, retrata esos momentos que no se han superado, las historias que desde el oficio hay que contar con algo de desconcierto en la pluma.
Ahora, el entrenador rugby, el triatleta y la delantera de 22 años no podrán estar para impactar a sus comunidades, para continuar con ese mensaje que se ha convertido en una vocación, ‘el deporte es vida’ y que mal que teniéndola y practicándolo hayan tenido que partir.
Desde Semilleros Deportivos se sigue trabajando para que en la sociedad se entienda la importancia de la vida, el respeto por ella. Que se interprete al deportista como lo que es, un líder para su comunidad; en ese sentido se le entregará el valor que tiene.