Clubes deportivos: determinantes para el empoderamiento deportivo y organizativo
El órgano administrativo, también requiere oxigenarse a partir de las propuestas organizativas de los clubes, que en su cotidiana labor de formar y competir, identifican oportunidades y necesidades en su entorno inmediato.
Hay que recordar que la promoción y la oferta de las prácticas deportivas, debe entenderse como un servicio público al servicio social, así sea prestado u ofrecido por instancias privadas, como es el caso de los clubes y las ligas, tanto en lo formativo y hasta en lo competitivo.
En tal sentido, el rol de los clubes deportivos legalmente constituidos y con reconocimiento deportivo, es fundamental a la hora de proyectar los logros de la liga deportiva a la cual pertenecen. Es ahí, en los clubes, donde se deben despertar liderazgos enfocados en desarrollar proyectos conjuntos.
Un ejemplo de lo anterior, tienen que ver con la organización de torneos o eventos deportivos en las diferentes disciplinas, bien sea en el orden de lo estrictamente local o incluso con alcances regionales, nacionales y hasta internacionales. Eventos que incluso deben ser vinculados en el proceso de planeación anual.
No siempre el liderazgo de una liga está precedido únicamente por el órgano administrativo; si bien su función debe buscar dinamizar la existencia y el sentido de la liga, también es absolutamente necesario el protagonismo de los clubes. Por ello, pensarse en acciones conjuntas, ayuda a construir propósitos comunes.
En el Eje Cafetero hay varios casos exitosos, como son las válidas regionales del BMX o incluso los torneos locales de Rugby, que por lo menos para el caso de Risaralda, vinculan a clubes del Quindío, todo en una dinámica de colaboración, co-realización, donde la participación y la acción son evidentes en el proceso de integración. En Voleibol también se observa la integración a partir de torneos regionales, y en el caso de Baloncesto por ejemplo se rescata el Torneo Nacional Abierto en las Fiestas de la Cosecha de Pereira. Ni qué decir del proceso de las ligas de fútbol de los tres departamentos, que logran vincular equipos o clubes incluso de otros departamentos, como es el caso del norte del Valle, Tolima y hasta de Antioquia.
La visión de una liga, repetimos, no puede quedarse en la mirada de su presidente, vicepresidente o secretario únicamente. El órgano administrativo, también requiere oxigenarse a partir de las propuestas organizativas de los clubes, que en su cotidiana labor de formar y competir, identifican oportunidades y necesidades en su entorno inmediato. De allí, que el diálogo, la participación y hasta la planeación conjunta, pueden permitirle a una disciplina abarcar mayor campo de acción y también construir propuestas que respondan a las necesidades de sus públicos. Siempre la acción conjunta, tendrá mayor peso organizativo y político que aquella aislada e individualista.
También, por lo anteriormente expresado, llamamos la atención sobre la oportunidad que perdemos como sociedad al no contar con procesos deportivos de mayor rigor y proyección nacional y solicitamos a los clubes legalmente constituidos, demandar procesos eficientes y oportunos para los deportistas, sus escenarios, sus procesos y todo aquello que les compete en su misión social.
A esto le llamamos empoderamiento deportivo y organizativo. Y a pocos meses de finalizar el año, es válido pensarse, cuáles serán los eventos que conjuntamente se pueden desarrollar en el 2019.