Enmanuel Marín Echeverry, el filósofo del gol en Risaralda
El jugador de 12 años que se quedó con el trofeo de goleador en la zona centro del Babyfútbol, tiene un presente admirable y futuro prometedor.
Se trata de Enmanuel Marín Echeverry, el deportista que brilló con luz propia en la fase regional del Babyfútbol en Santa Rosa de Cabal, obteniendo el galardón como máximo artillero del evento, con nueve goles en cinco partidos.
La destreza de Enmanuel lo invita a estar conectado siempre con la puerta, aunque esté de espaldas la tiene referenciada y siendo apenas un niño los fundamentos que ya posee del fútbol le permiten sobresalir por encima de otros, proyectándose como deportista profesional en el futuro.
Con UTP-Dunga alianza que se hizo para presentar un equipo fuerte en el zonal, este jugador pudo asumir el reto de entregarle al onceno nueve goles que fueron el resultado del trabajo realizado por sus compañeros y el cuerpo técnico conformado por Manuel Ramírez y Sebastián Marín.
«Es una experiencia muy bonita, gracias a los patrocinadores por entregarnos torneos así para que nosotros podamos disfrutar de los que más nos gusta» indicó Enamnuel.
Callado, sin muchas palabras pero con el deseo de un niño de poder celebrar, así se ve en los partidos. A veces meditando la jugada, pensando hacía dónde escapar con el balón. Y es que nada de esto es gratis, porque según él, una vez termine los estudios de bachillerato, le gustaría hacer un pre-grado en filosofía. El tiempo medirá y será el recorrido quien decida.
Para Marín Echeverry el torneo no fue sencillo, tuvo al frente a escuadras de Caldas, Risaralda y Tolima a las que superó sin alardear, pues Boston ganó todos los partidos que jugó en el zonal, y ahí siempre estuvo él. Pese a que no anotó en un solo encuentro fue influyente apoyando a sus compañeros, abriendo espacios y asistiendo. «El segundo partido que no anoté, el partido estuvo muy difícil y estamos pensando más en la parte colectiva», agregó.
Por ahora seguirá dedicando esfuerzos en preparase, terminar grado séptimo y después pensar en llegar al fútbol profesional y hasta en ilusionarse con vestir la camiseta de la Selección Colombia.