Atletismo y Deporte desde el empoderamiento y la democracia participativa
...es necesario afirmar una vez más, que son las ligas y los clubes, quienes deben llevar la bandera de sus procesos deportivos, y ver las autoridades territoriales del deporte, como aliados...
Un claro escenario de empoderamiento y democracia participativa está asumiendo la Liga Risaraldense de Atletismo.
La expresión decidida del órgano deportivo por recuperar la pista de atletismo en el estadio Hernán Ramírez Villegas de Pereira, con su liderazgo y una declaración manifiesta de sentirse verdaderos dolientes de lo que sucede en su disciplina, es un claro ejemplo de empoderamiento y participación en la toma de decisiones político administrativas en la región.
El escenario de diálogo que se propició ayer en la Casa del Deporte en la Villa Olímpica de Pereira entre los secretarios de deporte de Pereira y Risaralda, representantes de los clubes de atletismo y los miembros del órgano administrativo de la misma disciplina, puso sobre la mesa un diálogo propositivo, pro activo y firme sobre las acciones que permitan materializar la recuperación del escenario deportivo, que por naturaleza les pertenece en el Estadio de la Villa Olímpica de esta ciudad, y que ante el incremento permanente de atletas amateurs y aficionados, es absolutamente requerido para dar respuesta a sus necesidades y aspiraciones y para la proyección de deportistas con altos logros.
Los voceros, no solo manifestaron sus argumentos desde la pasión, también lo hicieron con planteamientos técnicos, llamaron de forma decidida a dar pasos firmes y concretos para conseguir el reto de revivir la pista y todo lo que ello acarrea. Es uN ejercicio que busca legitimar el rol del órgano administrativo con el respaldo de los clubes que lo componen.
Si bien, el proceso todavía depende de la gestión de recursos en el orden nacional, y para ello es necesario acudir a los congresistas y representantes a la Cámara que por esta zona tienen la obligación de corresponder con su lobby ante las instancias nacionales, como el mismo Coldeportes, el Comité Olímpico Colombiano y hasta la Presidencia de la República; también es cierto que existe por lo menos un precedente de movilidad social en el entorno territorial. Ello implica, reconocer los liderazgos, los compromisos y las acciones que deben materializarse en la consecución del propósito inicial, es decir la recuperación de la pista de atletismo.
El encuentro también demuestra el valor que tiene la unión, la capacidad de diálogo, y la necesidad de articular saberes en pro de la necesidad expresada.
En definitiva, es un ejemplo para otras ligas que aún no constituyen con solidez la unión de sus clubes, donde no se vislumbran dolientes con conocimiento, cualificación y capacidad técnica, asumiendo aún como actores superficiales, ad honoren, o cumpliendo el favor para algunos interesados que requieren ser representados en una constitución legal. En ese sentido, es necesario afirmar una vez más, que son las ligas y los clubes, quienes deben llevar la bandera de sus procesos deportivos, y ver las autoridades territoriales del deporte, como aliados políticos y administrativos a quienes se les exija también analizar e impulsar propuestas para resolver las necesidades identificadas.
No existe democracia participativa sin el empoderamiento de la comunidad, en este caso deportiva. Y las verdaderas transformaciones, pueden lograrse con verdaderos liderazgos. Ojalá ese sea el caso de la Liga Risaraldense de Atletismo, como un ejemplo a seguir en la región.