Yoel Finol, una historia que trasciende el cuadrilátero
Yoel Finol, una historia que trasciende el cuadrilátero
El Coliseo de Gaira, Magdalena no solo fue testigo de los golpes de medallistas olímpicos como Yuberjen Martínez, Ingrid Valencia, u otros tantos como Diego Motoa y Ceiber Ávila; también vio el coraje de un boxeador que no es precisamente colombiano.
Yoel Segundo Finol Rivas, el joven de la Selección de Venezuela llegó a los Juegos Bolivarianos con el objetivo de empezar un Ciclo Olímpico, ese que no pudo recorrer antes de llegar a Río 2016 donde ganó medalla de bronce, como dicen sus allegados, empezó de atrás hacia adelante, fue primero olímpico y ahora hará el proceso.
Será esa la justificación para entender porqué no se quedó con la medalla de Oro en Santa Marta 2017; lo cierto es que es muy joven; aunque uno con una historia de perdón para replicar cada vez que lanza un golpe.
Los periodistas suramericanos no se contienen al reseñar la historia de Yoel. ¿Ya sabes la historia de Finol?, Se preguntaba en los pasillos del escenario deportivo… Algunos la contaron con detalles, otros le adicionaron que su motivacion por el oro en Colombia, era su hermana.
Hablar de Yoel para los venezolanos es hablar de Edwin ‘El Inca’ Valero, púgil del vecino país ,Venezuela, que tenía tatuado a Hugo Chávez en su pecho y el amor por el boxeo en el alma.
Valero fue uno de los boxeadores más importantes en la historia de este deporte en Venezuela, hasta que en 2010 decidió acabar con la vida de su esposa, y semanas después con su propia vida.
Hasta ahí la historia solo tendría el matiz de un deportista enfurecido que tuvo un final desgarrador para su familia y para él; pero el color del relato cambia cuando se debe narrar que la mujer que asesinó fue Jenniffer Finol, la hermana de Yoel.
Sí, Edwin ‘El Inca’ Valero acabó con la vida de Jenniffer, hermana del boxeador que logró la medalla de plata en la versión XVIII de los Juegos Bolivarianos.
El adolescente de 11 años al que ‘El Inca’ le enseñaba a pelear era Yoel, el cuñado, el hermano de Jennifer, el niño que 11 años después sería nombrado en diferentes escenarios a nivel mundial y suramericano, la imitación de Valero, como se dice.
En Colombia, el boxeador del Estado de Miranda se montó al ring del Coliseo de Gaira sin pensar en la historia que lo antecede, se mostró seguro e intentó en cada round acercarse a su objetivo, llevarse el primer lugar en el debut en Juegos Bolivarianos; sin embargo en el camino se puso Alexy Miguel de la Cruz Báez, el púgil de República Dominicana que dilapidó las opciones del adversario.
Al término del encuentro, algunos delegados de Venezuela sorprendieron a los periodistas recomendando no preguntar por la vida personal de Yoel, menos en un momento donde se le escapaba el oro de sus puños.
Sin embargo no fueron los medios los que indagaron su vida, fue Yoel quien en una muestra de sencillez se atrevió a hablar de su ex cuñado ‘El Inca’.
«Mi gran motivación es primero mi familia, tuve un cuñado que fue boxeador, un gran boxeador que el mundo lo conoció, se llamaba Edwin Valero, tuvo 27 peleas, 27 en el profesional, las 27 ganadas por nocaut, récord»
Luego sin refutarlo, ofreció una declaración que marcó que en Santa Marta, a sus 21 años, el verdadero inicio del proceso deportivo, el cual tuvo origen gracias a la orientación, consejos y enseñanza de ‘El Inca’ Valero.
«Primero que nada darle las gracias a Papá Dios por permitirme estar presente en mis primeros Juegos Bolivarianos, ya como saben, decirle al mundo, a Venezuela, a Colombia, que soy un joven con poca edad; el ciclo pasado solo estuve en unos Panamericanos, agarré medalla de bronce, luego fui a las olimpiadas y agarré medalla de bronce en los 52 kilogramos. Ahora comienza este nuevo año con un nuevo ciclo, venimos a participar y no fue nada fácil» explicó.
En estos Juegos Bolivarianos Finol tuvo al frente a boxeadores como Segundo David Padilla (Ecuador) a quién dominó con un 5-0, luego se vio la cara y estrechó guantes con el colombiano Jhon Wilmer Martínez, al que superó 5-0, y en la definición de la medalla de oro fue el dominicano Alexy Miguel de la Ceuz quien lo marginó del metal dorado.
Toda una carrera promisoria para un deportista que tiene como ejemplo el perdón. Yoel completa 10 años desde que se puso los guantes junto a Edwin Valero, y todavía a los 21 años le deja un mensaje a los más jóvenes: «les quiero decir que aprovechen el deporte, el estudio, la cultura, que es bueno y nos alejan un poco de tanto vicio y maldad u nos rodea. Que estudien porque sé que no van a perder tiempo y van a tener un buen futuro», puntualizó.
El joven sensación del cuadrilátero en Venezuela ahora se proyecta para Tokio 2020, en un camino donde tendrá que narrador su historia al mundo.