Ligas de Risaralda, la prioridad son los deportistas
Carlos Marín / Periodista Deportivo
Con asombro se percibe la realidad que atraviesan algunas ligas deportivas del departamento, cuando los ajustados recursos económicos ni siquiera alcanzan para la hidratación, salen a relucir dificultades de convivencia que dejan en la incertidumbre sobre cómo se están formando a los atletas alrededor del deporte.
Por: Carlos A. Marín
Es preocupante la concepción que algunas personas del entorno deportivo de Risaralda tienen del deporte, en un país donde la violencia está a la vuelta de la esquina, y donde nuestros jóvenes deben ser atraídos por medio de programas y planes deportivos, resulta inconcebible que se pretenda convertir un derecho en el más mísero de los negocios, o peor en el medio para satisfacer deseos de poder.
El deporte puede sobrevivir como negocio si se respeta al agente, en este caso niño, adolescente o joven. Cuando se pasa por encima de él, se usa como eslabón en un juego de intereses; se pierde el norte, se estropea la dignidad de quien confió en una disciplina para emprender un proyecto de vida.
Me temo que eso sucede en Risaralda, en la región, en Colombia y en Suramérica, una zona del mundo donde todavía estamos interpretando los alcances de lo que significa el deporte para las juventudes, pero en esa interpretación algunas ligas se están quedando cortas.
¿Se limitan a propósito?
Hago un llamado a las ligas, no puede ser que los intereses particulares de algunos perjudiquen el sano desarrollo en los entrenamientos de los deportistas. ¿Por qué se le prohíbe a un deportista saludar a otro?, ¿bajo qué principios se está formando?, ¿Existen deseos de poder?, ¿deseos económicos?, la retahíla de preguntas se las responderán quienes hagan la reflexión.
Las dificultades personales, administrativas y económicas se solucionan en otros planos, no “enemistando” a jóvenes cuya decisión fue confiar en el deporte para emprender un camino de vida.
Sin nombres propios, pero con mucha sorpresa hago el llamado a quienes han venido usando el deporte como excusa para usufructuarse económicamente o en sus extraños deseos de poder, y que en ese oscuro propósito están truncando procesos, negando una formación sana, adecuada, fundada en valores humanos y deportivos a los niños, niñas y adolescentes.
Cualquier interés que no esté convalidado con los intereses recreativos, deportivos y competitivos, que sobrepase el límite de lo moral y lo ético, es un interés con graves consecuencias, que no cabe en un organismo como lo es una liga deportiva.
El objetivo de este artículo no es señalar, por el contrario recordar que el deporte es el camino para un objetivo que puede ser individual, colectivo, departamental, nacional e internacional.
Claro es, resaltar a las personas cuyo esfuerzo han permitido que diferentes clubes deportivos se mantengan a través de los años; aquellos dirigentes y entrenadores que permiten, posibilitan que la disciplina crezca, se masifique en la región, han entendido la función.
Quienes desde ahora están pasando en los dineros para los Juegos Nacionales 2019 y no de la manera sana como convendría a un deporte, recapaciten. El mercadeo deportivo les permite tener ingresos, y es natural que los requieran, no se trabaja gratis; pero que no sean el dinero y el poder, los fines por los que se ejerce una función donde la prioridad deberían ser los deportistas.
