Yamid Gironza, un caucano con sangre de campeón
Durante el mes de abril se realizó el selectivo nacional de bádminton en Pereira, que otorgó dos cupos en la rama masculina y dos en la femenina para representar a Colombia en los primeros Juegos Panamericanos de la Juventud que se realizarán en Cali. Uno de los que obtuvo el puesto fue Yamid Fabricio Gioronza Montenegro.
Nació en Popayán, Cauca, en agosto del 2000. Es el hijo menor de los tres que tuvieron María Elsy Montenegro y Ermes Gironza, se crió en el barrio Los Braceros de la capital caucana y gracias al deporte, hoy puede decir que ha sido campeón nacional de bádminton, además es la carta más fuerte del Valle e igualmente el presente y futuro de la Selección Colombia.
“El barrio en el que estuve hasta los 11 años es muy complejo, uno veía atracos, drogadicción, armas y eso no dejaba desarrollar una infancia normal. Sin embargo, el deporte me ha ayudado cumplir mis metas, me pude mudar de sitio y de colegio, entonces las condiciones sociales cambiaron mucho. Conocí el bádminton para que cambiara algo en mi vida”, expresó Yamid Gironza.
Un nuevo deporte
Conoció el bádminton gracias a su tía Norma, hermana de su madre, cuando tenía entre 11 y 12 años. Ella era monitora de un grupo de niños y les enseñó el deporte para que tuvieran ocupado el tiempo libre que les quedaba después del colegio. Al principio no les generó el interés esperado.
Yamid empezó a ver a los jóvenes más grandes que jugaban este deporte y ahí sí le empezó a gustar porque veía técnica y velocidad en los movimientos. Empezó a practicarlo, mostrando grandes habilidades. Tanto así, que los profesores le buscaron un cupo en el colegio en el que ellos trabajaban, mejorando las condiciones del deportista y poder sacar permisos más fáciles para entrenar.
“Yo pasé por muchas disciplinas deportivas, jugué fútbol, baloncesto, hice atletismo, pero todas fueron por recreación o momentos del colegio. Desde que me incorporé al bádminton lo tomé como mi estilo de vida porque le vi la seriedad al deporte para alcanzar mis sueños”, explicó.
Las dificultades de un deporte poco convencional
Una de las disciplinas deportivas que no tiene ningún escenario exclusivo para su práctica en Colombia, es el bádminton. Este deporte se juega en espacios cerrados porque el volante o ‘gallito’ como se conoce popularmente, es muy liviano y con el viento no se controlan sus movimientos.
Es por esto, que los coliseos de los municipios los adaptan para armar la cancha de esta disciplina y poder practicar o realizar eventos. En Cauca donde entrenaba Yamid, lo hacían en el coliseo, pero los primeros años tuvo que usar una raqueta regalada que usaron todos los deportistas de la Liga, volantes sintéticos de $3 mil que se dañan rápido y a pesar de eso, el amor por lo que hacía lo impulsó a salir adelante.
“En ese entonces era complicado conseguir materiales para entrenar. Igualmente uno no se fijaba en eso y recibía con cariño todo lo que le daban para poder jugar. Si se dañaba el volante lo pegábamos con cinta, al igual que lo hacíamos con las cuerdas de la raqueta. Yo tuve una Kindle mítica que todos usamos y valía $20 mil”, recordó.
Cabe recordar que una raqueta profesional está entre los $300 mil pesos y los $600 mil pesos, dependiendo de la marca. Por su parte, los volantes vienen por tubos de tres, seis o 12 y se encuentran de $100 mil pesos en adelante.
Competencia
El primer torneo nacional que tuvo fue unos meses después de haber empezado en el deporte con 12 años, fue en Zipaquirá, Cundinamarca. En este avanzó unas rondas y lo eliminó el favorito de la competencia. Ya con 13 años, llegó el primer título nacional en la categoría Sub-13.
“En el primero vi el nivel que había en Colombia, yo solo hacía chequeos cada domingo en la Liga y me fui enterando que uno podía competir a nivel nacional e internacional. Lloré después de perder porque siempre quiero ganar, pero eso me sirvió mucho. El triunfo lo recuerdo mucho por la emoción que me generó, recordé el esfuerzo de mis papás y el apoyo económico que me daban”, añadió.
En 2014 recibió su primera raqueta profesional, se la obsequió su tía Norma, quien la había pedido a España. Fue un cambio drástico para el caucano porque para él fue mejorar la técnica de los golpes. Igualmente le trajo buenos resultados porque se coronó campeón nacional en Cartagena, Medellín y Circasia en la Sub-15.
Por el nivel demostrado duró poco con los cercanos a su edad y ascendió a la categoría Sub-17 y ahí también fue el mejor en Colombia en Medellín, Bogotá, Circasia y unos eventos en municipios de Cundinamarca.
Juegos Nacionales
“La victoria que más disfruté fue la de Bolívar 2019 porque era una deuda que tenía conmigo de ser campeón en individual, vencí en la final a Diego Lopera de Antioquia. Nunca juego por los incentivos, siempre lo hago por mí y mi satisfacción. En cada evento recuerdo lo mucho que trabajé para llegar hasta ahí. Además 2019 fue especial porque no íbamos a competir”, indicó.
Con 15 años se convirtió en campeón de Juegos Nacionales en la modalidad por equipos, representando a Cauca en Ibagué. Esto le sirvió para que Valle se fijara en él, le mejorara las condiciones deportivas y académicas, por lo que cuatro años más tarde en Bolívar, se coronó campeón tanto en individual como en dobles mixtos.
El cambio de departamento se dio en 2016, cinco integrantes del equipo de Cauca se fueron a competir por Valle. Un día antes de entrar en acción en los Juegos 2019, no los iban a dejar participar por problemas en el papeleo de la Liga, en horas de la madrugada les dieron el visto bueno y ahí se escribió la historia.
Selección Colombia
“Representar a mi país siempre es un sueño, además me da la posibilidad de cumplir la meta de competir a nivel internacional. Las primeras competencias son de muchos nervios porque ves que el nivel de Colombia ha ido mejorando pero sigue estando detrás de países en el que el bádminton es potencia, por eso uno aprende mucho enfrentando y viendo a otros jugadores”, enfatizó.
El primer evento en el que representó a Colombia fue en un Panamericano de México en 2015, al año siguiente estuvo en Perú, en otro; y en 2018 fue a Guatemala para un campeonato internacional. Igualmente ha estado en los eventos Colombia Internacional en los que se mejoran técnicas y se entrena con grandes exponentes del deporte.
Para septiembre ya tiene el cupo asegurado en los Juegos Panamericanos de la Juventud Cali 2021, lo consiguió en el selectivo de Pereira. Su meta es alcanzar el podio en estas justas y sabe que para eso, debe estar al nivel de países como Estados Unidos, Canadá, México y Perú.
“Es una meta que me puse este año, el 2020 para mí fue muy duro, tenía un plan de trabajo en el exterior luego de ser campeón nacional y eso me ayudaría a subir nivel, pero la pandemia no dejó. Luego tuve una apendicectomía que me dejó cinco meses sin entrenar, entonces estoy volviendo a tomar ritmo y a coger la confianza que perdí el año anterior”, finalizó.
Este deportista que se describe como disciplinado y resiliente, tiene como sueño de vida ser feliz. Además espera devolverle a sus padres, todo lo que han hecho por él, pero con resultados deportivos y creciendo como persona. Espera convertirse en el primer colombiano jugador de bádminton en estar en una olimpiadas, las de París 2024.
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